¿Será la definitiva?

Muchos, demasiados intentos para pasarme este juego. Por alguna razón siempre lo acabo dejando a medias. Lo intenté con la SNES, con emuladores, descargado de la Virtual Console...y nada, era llegar al mundo oscuro y dejar el juego de lado.

A veces me animaba a avanzar una o dos mazmorras más, pero luego lo dejaba ahí.

Y no es que no me guste, es un gran juego al menos hasta donde consigo llegar, tampoco odio los Zeldas 2D, Minish Cap me encantó, 4 Swords Adventures ídem, los Oracles son Dios...pero siempre acabo perdiendo el interés al llegar a ese tramo.

Siempre he preferido rejugar o pasarme juegos nuevos antes que volver a ponerme por enésima vez con este, pero ahora que videojuegilmente estoy en off y casi el 85% de mi colección la tengo más que trillada, se hace innegable que ya no puedo posponerlo más.

También es un Zelda duro, los enemigos son muy frecuentes y reaparecen cada dos por tres al pasar la pantalla y no es que te hagan cosquillas precisamente, te quitan un corazón y en cuestión de segundos te puedes ver mordiendo el polvo, lo mismo que para las mazmorras...not easy easy.
Encima nunca me paraba mucho a explorar y me limitaba a ir a donde me señalaban en el mapa, por lo que mi inventario era escaso y mis corazones limitados (no ayudaba el inglés).

Quizás es por algún trauma infantil, recuerdo que pensé hace siglos que tras matar al mago ya había completado el juego (y en aquellos tiempo ya me costó llegar allí), el shock fue grande al ver como me transportaba a una version fea de Hyrule con ambientación apocaliptica y bichos muy MUY feos para un jugador inocente y puro como yo.



"No pueden hacerme daño, no pueden hacerme daño, no PUEDEN...!"

Pero todo eso ha terminado...



¡Ahora y con la versión portátil de GBA me veo capaz de enmendar mi error y vencer mis miedos!.

En una semana ya me he puesto en la guarida de los bandidos y bastante aprovisionado de corazones y hasta exploro cada rincón y le estoy cogiendo el gusto al Hyrule apestoso y sus viajes interdimensionales.


"¡Ahora sí!"