16 años

En noviembre de 1992, con una Super Nintendo que llevaba 5 meses en España, recibimos la primera entrega de Mario kart. Su desembarco vino de forma silenciosa, y es que de hecho existía poca información del juego cuando empezó a ser analizado en los distintos medios.

Uno de esos medios, la Hobby Consolas 15, cuando escribía TheElf, ahora en Xtreme, analizó posiblemente el juego que ensalzaría el concepto de diversión a unas cotas poco antes vistas. El juego traía bajo los brazos la gran novedad del uso del split screen junto a un poco depurado Modo-7 pero con un resultado espectacular en definitiva. Bazas clave con las que contaba Super Nintendo en esas fechas.

Todavía me acuerdo lo que me valió el juego, exactamente 7490 pesetas, y me acuerdo también en qué centro Mail (ahora GAME) lo compré, un Centro Mail que ahora no existe y que estaba situado en la calle montera, sí, suena a chiste, pero no lo es. También me compré un mando, a 2500 pesetas, para poder jugar con mi mejor amigo, un amigo que desapareció por caprichos del destino y con el que pasé muchísimas horas de mi temprana edad.

En una televisión Grundig de 14 pulgadas lo jugué, en mi habitación actual, la misma en la cual escribo estas palabras, pero cuando antes no estaba remodelada. En aquellas fechas no existía Internet y los ordenadores personales eran inalcanzables para una economía normal. Por esa fecha los recién llegados canales como tele5, Telemadrid y Antena 3 nos introdujeron los programas basura y los cortes publicitarios de 15 mins.

Yo era un niño, un chaval con grandes sueños, pero con una mirada fija hacía unos valores que siempre he mantenido y que la sociedad me ha cambiado pero no de una forma tan radical como gente a mi alrededor. La inocencia de aquellos años choca con la actual, y ves que el tiempo ha transgredido valores y los ha enderezado a su capricho. Antes no había móviles, ni cibersexo, ni mp3, ni chats, ni foros, ni webs de videojuegos. Antes era una época romántica, una época de sueños platónicos y de ilusiones que provocaban una sonrisa, por simples que fueran, a todos los niños que veían con grandes ojos el advenimiento de un ocio electrónico que decidiría el devenir de sus vidas.

¿Por qué he comenzado por Mario Kart? He comenzado por ello porque está a punto de salir la sexta entrega y me siento como aquel niño de hace 16 años, pero en un cuerpo de persona adulta, ahogada con los problemas y responsabilidades de los adultos y que observa que a su alrededor solo existe un esperpento de lo que era antes, de lo que componía el mundo, que como niño, pensaba que giraba a mi alrededor.

¿Qué ha cambiado en 16 años? El concepto del tiempo.