Publicado: 05:07 02/01/2009 · Etiquetas: · Categorías: Diarreas Mentales
Hoy estaba envolviendo el regalo de Reyes para mi sobrina cuando me he puesto a pensar (aviso: Flashback) en cuando era yo el que esperaba con una ilusión tremenda la noche del 5 de Enero. Y realmente, me hace ilusión dejarlo junto al árbol y esperar el momento en que la pequeña lo abra
Yo era de esos niños que no dormían esa noche. Y que, al día siguiente, habiendo dormido muy poco pero con el subidón que te da el saber que posiblemente (o no) lo que más deseabas en el mundo (ese año, claro) podría estar a escasos metros de tí, detrás de la puerta del salón, entraba eufórico preparando las zarpas para hacer trizas todo envoltorio con motivos navideños que lleve una etiqueta con su nombre. Me acuerdo de esa Mega Drive con el pack de Street Fighter II' que tan buenos momentos nos dio a mí y a mi hermano. O de esa mañana que, tras abrir los regalos (y, por supuesto, testearlos) me fui a acostar otra vez y bajo mi almohada estaba ese Shinobi de Master System. Sé que en el fondo es consumismo puro y duro esto de las fiestas navideñas. Los centros comerciales y cines hacen su agosto y las tiendas ponen en práctica su picaresca cuando algunos productos empiezan a escasear. Pero debajo de todo eso, hay algo de lo que la pequeña Sara ha hecho que me dé cuenta. La Navidad es para los niños. Las familias se reúnen para estar juntos y disfrutar de una comida o cena en compañía, pero para los niños es un momento mágico. Y el ser yo el que esta vez dejará su regalo junto al árbol, el hacer de "Rey Mago" mientras la criatura duerme y verla abrir sus regalos a la mañana siguiente mientras "los Reyes" con ojeras intentamos desayunar, eso no tiene precio. Feliz año a todos y que vuestros Reyes os traigan lo que hayáis pedido. Feliz 2009!! |
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