Después de un E3 que ha dejado cantidad de cadáveres de Pikmins por el camino, y un incierto futuro a medio-corto plazo sobre títulos para los nintenderos de toda la vida (y para los aficionados de los juegos de calidad en general), mantener la esperanza sobre que Nintendo no nos podrá defraudar para un acto de fé mayor que aquello de convertir agua en vino o de separar los mares.

Con Wii y DS se ha vivido la resurrección de Nintendo como lider del mercado de los videojuegos, con una mezcla de lo que siempre nos ha dado, incluso en los momentos más bajos hemos tenido juegos de grandísima calidad (otra cosa son las ventas), junto a un nuevo movimiento iniciado en mayor o menor medida por Sony con PS2 y sus Eyetoys, Singstars o Buzzs. Estos títulos de Sony abrieron el espectro de jugadores "lateralmente", para entendernos, sin salir de la edad media de los jugadores pero atrayendo en mayor medida a chicas, o chicos que por x o por y no juega a videojuegos a menos que sea en una reunión de colegas.

¿Por qué limitar ese espectro de jugadores a gente joven?, ¿Por qué no explotar más aún el mercado femenino? Y ahí llegaron DS primero, y Wii después, con títulos más accesibles para esa gente que no tenía interés en eso de las maquinitas, dando con cada nueva propuesta una dimensión más amplia de lo que puede ser el entretenimiento lúdico.

Hasta aquí, todos los aficionados "veteranos" conocemos la historia de los últimos 3 años, pero desde hace algo más de un año, en el caso de DS, y desde el E3, en el caso de Wii, parece que hay una cierta dejadez de parte de Nintendo. ¿Se les ha subido el éxito a la cabeza?

Con DS parece que está pasando como con GBA, la cual una vez confirmado su reinado, deja de recibir títulos de gran calibre de parte de su empresa madre para sobrevivir con títulos a mansalva de las thirds. ¿Ya no están interesados en mantener al "pilar" que les ha mantenido a flote en los momentos difíciles?

Por cierto, GBA ha tenido la muerte más silenciosa de la historia de los videojuegos.

DS está quedando exclusivamente para recibir títulos que prácticamente ningún usuario de toda la vida compraría (Cocina conmigo me parece producto muy interesante, pero no me veo "jugando" a eso antes de irme a dormir o en el bus). Por ahora tenemos a las thirds, sobre todo las japonesas, que nos traen títulos con regusto de un pasado más glorioso para las 2D, o con títulos "peculiares" e imaginativos, que es lo que realmente debería ofrecer una máquina con características únicas. Para Nintendo solo existe DS para Pokemon y poco más. Ni siquiera los antaño bastiones del éxito de DS como son los chuchos tienen intención de volver a aparecer.

Ahora parece que Wii se ha contagiado de ese mal de alturas que tiene Nintendo ofreciendo un abanico de propuestas de expandir público con títulos que requieren cada vez menos de nosotros (en WiiMusic ya ni siquiera se puede perder).

Se ha conseguido atraer a un público nuevo con juegos sencillos, lo normal ahora sería ir subiendo poco a poco la complegidad de esas propuestas para "educar" al nuevo jugador, no de atontarlo más de lo que está, "videojueguísticamente" hablando. Los títulos familiares serán bienvenidos en este mundillo como puerta de entrada, pero una vez dentro desafiémos a esta nueva gente.

Y aquí viene la cuestión de la fé. Tengo fé, casi ciega... casi, de que no perderemos los juegos Nintendo de toda la vida, esa filosofía de ofrecer algo más allá de lo que te puedan ofrecer otras compañías, o incluso algo que no esté más allá sino muy cercano, pero con un enfoque que solo pueden darle un par de visionarios, de los que por suerte tenemos unos cuantos en Nintendo.

Morgan Freeman dice en Cadena Perpetua que la esperanza es peligrosa y que puede volver loco a un hombre, para que al final de la pélicula diga que nunca más volverá a perder la esperanza. Si crees en algo con todas tus fuerzas y luchas por ello, se hará realidad. Jamás perderé la esperanza de volver a surcar las galaxias con StarFox, de vivir con Link la secuela espiritual del Majora's Mask, de enfundarme la corbata de Donkey en un plataformas genial, de sentir la sensación de soledad en un planeta lejano metido en un traje clímatico para luchar contra los Metroid, de plantar nuevas especies de Pikmin en los parajes naturales con más magia, o de ponerme el mono azul de trabajo para rescatar champiñones y princesas.

Yo no pierdo la esperanza....

En este segundo recordatorio, más que comentar un género o título en particular, quería hablar sobre un subgénero que no está reconocido como tal, pero que en la cotidianeidad de las recreativas se conocía como: "las máquinas para 4 jugadores".

Uno de esos primeros juegos para 4 jugadores que recuerdo es el mítico, y posteriormente maltratado, Gauntlet. Uno de esos exponentes de la vieja escuela, pero bastante moderno en su momento. Pero siendo justos hay que decir que era un juego difícil, incluso jugando 4, pero si la gente sabía como iba la mecánica, o sea nada de hacer el burro, salían partidas muy amenas.

Unos años más tarde saltó ya el boom de este tipo de juegos con títulos como los 2 de las tortugas ninja, los simpsons, x-men y un largo etcetera. Pero hubo uno que no se si fué que salió en el momento justo, el carisma que tenía o en general que era de mucha calidad, sobresalió por encima de todos: Sunset Raiders, o como se le conocía coloquialmente: el juego de los vaqueros.

Muchos de estos juegos tenían su propia máquina con sus 4 mandos y botones y caracterizada con el temaje, desconozco si eso ocurrió con todos los títulos. Máquinas que llamaban muchisimo la atención, pero que tenían el inconveniente de tener los controles de los extremos muy mal posicionados y hacia en ocasiones la experiencia algo incomoda. En mi barrio, había una máquina comodín, de estas que valen para cualquier juego, con una pantalla grande, más grande que estas máquinas personalizadas que traian el título, un asiento alargado a metro y medio de la pantalla en la que cabian perfectamente los 4 jugadores con sus controles alineados y que en ningún caso hacian que tuvieras que molestar al de al lado, excepto si eras muy nervioso.

Las aglomeraciones junto al mueble cuando había 4 exaltados echando una partida eran también el pan nuestro de cada día, todo un espactáculo.

Ahora con esto del intesné y las partidas multitudinarias, parece que jugar así a 4 ya no es todo lo espectacular que fue en su momento. Siempre nos quedará enchufar 4 mandos a la consola de turno...

Nací a finales de los 70, por tanto me he tragado la(maravillosa) década de los 80 y he sido adolescente durante los 90. Doy gracias a ello, sobre todo viendo lo que se tienen que tragar los niños y jóvenes de ahora(culturalmente hablando).

Hay muchas partes de mi vida que quedaron atrás, y que siempre recordaré con cariño y nostalgia. Una de esas partes es la cultura de los recreativos. No solo como sala en la que disfrutar del auge de este mundillo, el de los juegos, sino como lugar de reunión y encuentro.

Dejémonos de gaitas y vayamos al grano.

Recopilación de las mejores recreativas

Empecemos por un sistema clásico donde los haya, los pinball.

Durante la primera mitad de los 90, proliferaron un nuevo tipo de pinball con una pantalla luminosa que, aparte de mostrarnos el tanteo, nos brindaba unas geniales animaciones siempre acorde al temaje de la máquina, también era seña de identidad los loopings y rampas que recorrian todo el techo del tablero, haciéndolas espectaculares.

Como handicap, y bastante gordo, tenían un precio abusivo, 20 duros, por partida, lo cual las hacía bastante elitista, cuando por ese precio podías pasarte el día echando 4 partidas larguisimas a cualquier máquina normal.

Las que con más cariño recuerdo son la de Guns 'n' Roses, con esa genial banda sonora, aunque lo que fue la máquina en si tampoco era cosa del otro mundo, la de star wars, creo que hubo 2 de la trilogía clásica, pero me refiero sobre todo a la primera que salió. Genial en todos los aspectos.

Pero hubo una, mítica por varios motivos que paso a comentar:

- Costaba 5 duros. Creo que no hace faltar comentar nada más.

- Tenía un sistema de juego que hacía que la partida no consistiera en un caos continuo de tirar la bola lejos.

- Era bastante fácil hacerse partida gratis. Jejeje.

Y era esta:



Tenía un sistema de juego sencillísimo, que consistía en recolectar una serie de objetos para crear una pócima que había que arrojar dentro del volcán. Los objetos se recolectaban apagando los 3 punch marcados con un objeto, pasando por un pasillo en la dirección correcta o colando la bola en cierto agujero. una vez que tenías todos los objetos, había que preparar la poción, con lo cual la máquina se preparaba para que, mediante una rampa en el centro del tablero, metieras la bola al volcán. Al acertar la primera vez se activaba un contador y la rampa central giraba para que hicieras diferentes loopings, con su consabida recompensa de puntos(1 millon por rampa creo, o puede que hubiera un bote, y era eso lo que te llevabas por looping, no recuerdo), asi hasta acabar se el tiempo, y vuelta a empezar.

Te echo de menos Gilligan...