¿La verguenza tiene límite? Pues va a ser que no.

Cuando me voy al curro por las mañanas, al pasar por uno de los surtidores más baratos del país (esto salió hace tiempo en una noticia, aunque creo que ya ha perdido ese estatus), generalmente y en semanas alternativas, me tengo que cagar en los muertos de alguien. "El gasoil vuelve a subir."

De un tiempo a esta parte ya no ocurre en semanas alternativas con alguna bajada, siempre menor que las subidas, sino que ya ocurre prácticamente todas las semanas, y sin ni una sola bajada. Y el asunto no tiene pinta de cambiar. "Hasta el infinito y más allá" como diría el muñecajo aquél.

Algunos dirán "pues utiliza transporte público" o "comparte el coche y os repartís los gastos". Todo eso está muy bien, es más, creo que es lo correcto y siendo posible debería ser la primera opción (en mi caso coger el bus me sigue saliendo igual de caro y me deja donde Cristo perdió las alpargatas). Pero todo eso no quita que esté llegando el asunto del combustible a insostenible (vé y diles a los transportistas que vuelvan al carro y la burra).

Y todo esto a quien le beneficia? Pues a los que están ya podridos de dinero por tener un yacimiento de petróleo en el jardín de su casa, y a la (maltrecha) economía del país con los impuestos que pagamos por el combustible (que no es poco).

Si hubiera un mínimo de cojones en el gobierno, se daría un golpe sobre la mesa y se trabajaría para que al pueblo llano (inclusive a los que ideológicamente se equivocan de "lado" creyendo que esos otros se preocupan por ellos (mentira cochina)) con leyes y soluciones para regular este tipo de abusos, que siempre pagamos los mismos tontos. Pero es más importante quedar lo mejor posible para las próximas elecciones.

Yo por mi parte, seguiré gastando combustible porque no tengo más remedio y cagándome en todos los santos que no ayuda, pero desahoga.