Publicado: 20:40 30/10/2007 · Etiquetas: Videojuegos, Monkey Island, Day of the Tentacle · Categorías: Juegos
Esta lista es absolutamente personal, intransferible y muy poco variada. Lo único que pretendo es que si todavía hay alguien que, por haber estado viviendo durante los últimos 20 años en una cueva, no haya jugado a alguna de estas maravillas, se sienta tentado a hacerlo.
Sí, no están Loom ni ninguna de las de Indiana Jones, pero sólo porque me quedan muy lejos en la memoria. Prometo volver a jugarlas próximamente, eran enormes y merecen ser recordadas. No he incluido a Maniac Mansión por motivos oscuros que se remontan a mi infancia: me pareció tan desesperadamente difícil (y no especialmente atractivo) en su época que nunca más le volví a dar una oportunidad seria. Tampoco están productos patrios como Runaway o Hollywood Monsters. Si bien me dejaron muy buenas sensaciones, no las considero obras al nivel de mi top 5. Pues nada, como diría Cloud, ¡allé voy! 5. Day of the Tentacle Secuela de Maniac Mansión, Day of the Tentacle empieza con el tentáculo púrpura, una de las creaciones del Dr. Fred, bebiendo de unos residuos radioactivos y volviéndose poderoso y maligno. Para evitar que domine el mundo, el Dr. Fred decide enviar a Bernard y sus amigos un día atrás en el tiempo para que le impidan beber los residuos, con tan mala suerte (¿suerte?) de que Hoagis queda atrapado 200 años en el pasado, en la época de la redacción de la Constitución de Estados Unidos, Laverne viaja 200 años hacia un futuro dominado por los tentáculos y Bernard vuelve al presente. Tendremos pues una doble misión: impedir que el tentáculo púrpura lleve a cabo sus planes de dominación mundial y lograr traer de vuelta al presente a nuestros dos amigos. Con este planteamiento tan atractivo se desarrolla una aventura gráfica grandiosa, con unas dosis de humor escandalosas, conversaciones delirantes y una no linealidad (podemos cambiar de personaje –y por tanto de época- cuando queramos, aparte de poder intercambiar los objetos entre los tres amigos) que llena al juego de posibilidades. Algunos puzzles son extraordinarios, otros simplemente surrealistas (recordad que podemos jugar con las relaciones causa-efecto entre pasado, presente y futuro) y todo el juego está impregnado de humor, hasta en sus más pequeños detalles. Con gráficos bonitos y coloristas y una buena banda sonora (no de las mejores de LucasArts, todo hay que decirlo), Day of the Tentacle se convierte en una aventura gráfica altamente recomendable. El nerd, la rarita y el jebarra: lo mejor de cada casa
Sí, Guybrush, la has liado
Marlango
El grupo de Leonor Watling, ya sabéis, la actriz esa tan modernita y que está tan buena. Su nuevo disco se llama The electrical morning y es una auténtica delicia. Soy Leyenda (I Am Legend, 1954) es un libro de ciencia ficción y terror escrito por Richard Matheson que narra la historia de Robert Nellville, último superviviente sobre la Tierra de una pandemia que acabó con la Humanidad produciendo una extraña raza de vampiros.
Como comprenderéis, esto es una sinopsis hecha muy a la ligera. Lo comento porque para el 14 de diciembre está previsto que se estrene su nueva versión cinematográfica. Aquí podéis ver el trailer:
Para mí, para que vamos a engañarnos, el idioma de la música popular es el inglés. En esa lengua cantan la inmensa mayoría mis grupos y cantantes favoritos, los que me han marcado y a los que escucho continuamente: The Beatles, Love, Bob Dylan, Elvis, David Bowie, Led Zeppelin, Pink Floyd, T-Rex, The Who, Queen, Pixies, U2, Radiohead, Oasis, Franz Ferdinand, etcétera. Ya me entendéis: le pasa lo mismo a mucha gente.
También escucho música en mi lengua materna, es obvio, pero en menor medida y casi siempre con menor entusiasmo. Aparte de grupos como Los Planetas o La Habitación Roja he escuchado, como todo el mundo en algún momento de su vida, a Extremoduro, Platero y demás iconos del rock patrio. En cuanto a cantautores (no me gusta nada esa palabra, me suena rancia, rancia), me quedo con Joaquín Sabina, ese maestro, y sobre todo con el autor del disco en español que más me ha marcado: se llama Andrés Calamaro y el disco es Honestidad Brutal (1999). El narcisismo es una virtud que no está apreciada como debiera Es un álbum doble con 37 canciones, muy variadas en forma y fondo pero con cierta coherencia, la que da el estar escritas con una sinceridad profunda y sin tapujos. Creo que Calamaro alcanzó con este disco su cumbre en los musical. Nada de lo que hizo antes roza siquiera el nivel de profundidad de Honestidad Brutal, y sus trabajos posteriores (incluyendo el desmesurado El Salmón) son inferiores. Soy un genio y molo mucho No es un disco perfecto, faltaría más. Son 37 temas y siempre hay alguno que no alcanza la maestría de los demás; puede que un poquito de concisión le viniera bien al disco. Pero ese mínimo defecto se olvida cuando empiezas a escuchar el álbum y te das cuenta de que cada canción es un descubrimiento, que empiezan a despertar en ti alegría, o melancolía, amor o desamor. Me quedo con Paloma, una de las canciones de amor más sinceras y mejores que he escuchado. O con Maradona, pura alegría y canto a la amistad. O con Son las nueve, melancólica y desgarradora. O con la enorme Socio de la soledad, o con No tan Buenos Aires, o con casi cualquier tema de este disco. De entrada, las declaraciones de un genio absoluto como Francis Ford Coppola (que, por cierto, va a estrenar película en breve) deberían ser interesantes independientemente de lo que dijera.
Pero si son para criticar a tres pesos pesados (me quedo corto con el adjetivo) como Robert De Niro, Al Pacino y Jack Nicholson, la cosa se pone extremadamente interesante. "Me encontré a Pacino y De Niro cuando estaban en ascenso. Eran jóvenes e inseguros. Ahora Pacino es muy rico, quizás porque no gasta dinero, y lo esconde bajo la colcha. De Niro se inspiró en American Zoetrope (el estudio de Coppola) y ahora es rico y poderoso. Nicholson siempre fue una especie de bufón: pero es inteligente[...]. Pero no creo que busque los papeles por su ansia interpretativa" Sí amiguitos, el puto viejo nos la ha jugado “No se que es lo que quieren. No se si quieren las mismas cosas que antes. Pacino siempre decía que quería hacer teatro. Decía: ‘Crecí al lado de una fundición en Nueva York, y nunca iré a Los Ángeles’. Pero todos están pegándose la gran vida. Incluso en los días de El Padrino , no creía que esos actores estuvieran preparados para decir ‘Hagamos algo realmente ambicioso’”. No tienen por qué ser los mejores. No son discos raros, sino que la mayoría de vosotros los conocerá. No responden a ningún criterio de selección, más allá de que me apetece recomendarlos ahora, igual que la semana que viene os podría recomendar otros 5. No deberíais dejar de escucharlos.
Amnesiac, Radiohead, 2001 El disco más experimental de los de Oxford. Nacido a la sombra de Kid A, es en mi opinión bastante mejor álbum, aunque no es un disco especialmente querido por la crítica (para ser de Radiohead, se entiende). Con influencias electrónicas y jazzísticas (escuchar Life in a glasshouse y que se te pongan los pelos de punta es todo uno), contiene algunas canciones extraordinarias. Un aviso: es jodidillo de escuchar, dadle tiempo. Sí, las portadas de estos tíos son raras. Pero ésta me parece cojonuda.
Yo sí que molo, que por algo soy el cantante
Radiohead es mi grupo favorito, lo digo para evitar los aspavientos que conllevaría que me pusiera a alabarlos aquí.
Su nuevo trabajo se llama In rainbows, por ahora sólo está disponible para descargarlo en Internet y cuesta... lo que quieras pagar por él. Son así de grandes, capaces de ser la mejor banda del mundo y reírse de manera tan descarada de la industria discográfica.
Me he dado cuenta de que el título de esta entrada me ha quedado una versión muy cutre del título de aquella película de Hugh Grant, pero no lo cambio, ¡hala!
No sé vosotros, pero yo soy de esos que cuando ven una librería, tienen la necesidad de entrar y, las más de las veces, llevarse algo. Esta mañana, tras cortarme el pelo, he entrado en una librería pequeñaja y mal organizada de la que he salido con 40 euros menos en el bolsillo y una compra de los más ecléctica: - Historias de Nueva York, de Enric González. Había oído hablar mucho y muy bien de él. Además trata de una ciudad que me entusiasmó, lo que es un plus de comprabilidad. Si me gusta, caerán la Historias de Londres e Historias del Calcio. - Brevísima Historia del Tiempo, de Stephen Hawking. Considero que tengo una formación científica aceptable, pero a la hora de leer a este tío, y más habiendo leído tan poca divulgación, el respeto está ahí. Siempre hay tiempo de leer Historia del Tiempo en un futuro. - Los justos, de Albert Camus. El extranjero sigue siendo uno de los libros que más me han marcado. Ésto es teatro y le tengo muchas ganas. - Moby Dick, de Herman Melville. Sí, ya lo sé. Es una vergüenza que no haya leído este clásico entre los clásicos, uno de los poquísimos libros de los que todo el mundo (es un decir) conoce su primera frase... Pues esas son las adquisiciones. La espera es la de un juego. Hacía años que no tenía tantas ganas de que saliera a un juego. Ese título es Mass Effect y ni Bioshock ni Halo 3 me lo sacan de la cabeza. Hype a raudales. Tras demasiado tiempo sin actualizar, vengo con un pequeño apunte sobre cine.
Se trata de la película Youth without youth, que se va a estrenar en el próximo Festival de cine de Roma, y que creo pasaría bastante desapercibida de no ser por el detalle de que es la primera película en diez años que firma un tal Francis Ford Coppola, genio responsable de haber regalado a la Humanidad dos obras maestras absolutas, indiscutibles y sublimes como Apocalypse Now y, sobre todo, la saga de El Padrino. La película está basada en una novela corta del escritor rumano Mircea Eliade, del que reconozco no he leído nada. Según Las Horas Perdidas, el argumento es el siguiente: Un relámpago golpea a un anciano profesor universitario de Rumanía, y con el paso del tiempo, el hombre se da cuenta de que no solo se está volviendo cada vez más joven, sino que su inteligencia aumenta exponencialmente. Aprovechando ese gran intelecto, se lanza a descubrir “el secreto del lenguaje y de la conciencia”. Desconcertante y abstracto argumento, sin duda, que en manos de Coppola puede dar mucho de sí. Por ahora os dejo el póster italiano de la peli, que a mí me parece cojonudo. |
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