¿Es Kenenisa Bekele el fondista más grande de todos los tiempos? No lo sé. Probablemente será dentro de unos años, cuando se haya pasado al maratón y (probablemente) haya batido el récord mundial de los 42,195 kilómetros, cuando Kenenisa alcance por fin la cumbre en solitario, habiéndose deshecho ya de las sombras de Zátopek, Nurmi, Virén, Tergat y, sobre todo, Haile Gebrselassie.
Kenenisa Bekele (Bekoji, Etiopía, 1982) es insaciable. Y ha protagonizado este año una de las mayores gestas del fondo olímpico de todos los tiempos, consiguiendo el oro en las pruebas de 5000 y 10000 metros, siendo además este último su segundo oro olímpico en los diez kilómetros. Gesta triste e injustamente ensombrecida por otras dos proezas contemporáneas: las de Phelps y Bolt, naturalmente. El doblete del fondo sólo se había conseguido en seis ocasiones con anterioridad, una de ellas perdida en la noche de los tiempos (1912) y otra en los boicoteados JJ.OO. de Moscú. Sólo cuatro hombres antes habían conseguido dos oros en los diez kilómetros. Estos datos dan una idea de la grandiosidad de lo conseguido por el pequeño etíope. Ver correr a Bekele es un espectáculo digno de contemplarse. Es imposible no disfrutar con su trote ligero, su inteligencia al plantear las carreras, su clase inmensa, su inhumana última vuelta, casi al sprint, capaz de agotar los 400 metros en 53 o 54 segundos tras casi media hora corriendo. En Pekín consiguió lo que no pudo en Atenas: allí sólo otro atleta de leyenda, en su caso del medio fondo, como Hicham El Gerrouj, puedo arrebatarle el oro en los 5000 metros y el consiguiente doblete, en una carrera memorable. En la capital china Bekele era consciente de que no tenía ningún rival con la clase del marroquí, pero aún así no se confió. Dejó hacer a sus compatriotas, su hermano incluido, para ponerse al cabo de unas vueltas en cabeza, provocar un goteo constante de corredores descolgados y, tras escuchar la campana, hacer un cambio de ritmo imposible de seguir por cualquier otro ser humano. Récord olímpico y doblete. Bekele entraba en la historia. Seis días antes el etíope se había impuesto en su reino del terror particular, los diez kilómetros, también con récord olímpico, secundado por su compatriota Sihine, en un final quizás más apretado de lo esperado. No importaba, en última instancia, ganar por cinco segundos o por apenas uno, como lo hizo. A Bekele lo recordará la historia por una trayectoria espectacular, pero no creo que consiga muchos logros del significado de este doblete olímpico de 2008. Pekín será para los amantes del fondo la ciudad donde Kenenisa Bekele empezó a dejar atrás a los mejores para convertirse, él solo, en el mejor. --------------------------------------- Empiezo hoy una serie de artículos sobre los momentos deportivos más importantes de 2008. A ver si soy constante y me salen 5 o 6. Espero que os gusten. 0 comentarios :: Enlace permanente
Comentarios: (del primero al último)
Participa con tu Comentario:
No puedes poner comentarios. Necesitas estar registrado en Vandal Online. Regístrate aquí o Haz Login. |
Blogs en Vandal · Contacto · Denunciar Contenido