Final Fantasy X fue uno de los primeros juegos de la saga que empezó a romper con lo clásico que se había dado hasta ese momento. El sistema de batalla, la forma de recorrer el mundo, cómo gestionar los personajes, voces. En su momento se aplaudieron muchas cosas y se aceptó sin muchos problemas, aunque también tuvo su crítica negativa generando las primeras voces “Final Fantasy muere”.



Este juego se estrenó en la poderosa PS2 y como empezaba una nueva generación, había que sacarse la chorra. Escenarios tridimensionales con muchos detalles y giros de cámara, otros estáticos pero muy bonitos y superiores a lo visto en PSX, las ya comentadas voces, mucha mucha importancia a la historia del juego haciéndolo muy cinematográfico y lineal las primeras horas. Esta entrega podría considerarse el gérmen de Pasillo Fantasy XIII, pues hasta muy avanzada la trama, no tenemos libertad de movernos por los escenarios que queramos y todo consiste en avanzar por un pasillo con algunas bifurcaciones (aquí sí hay ciudades). Cuando podemos desplazarnos por lugares ya visitados, lo hacemos a través de un menú. Se acabó eso de viajar por un mapamundi a pie, volando o con el vehículo que sea. El recurso de miniaturizar el mundo para desplazarnos de un lugar a otro muere con esta entrega y, no me parece del todo mal, porque da bastante cohesión haciendo que el mundo pertenezca a un todo conectado con lógica. Aún así, el juego está llenísimo de misiones secundarias y secretos.

Otro punto extremadamente novedoso que rompe con todo son las peleas. Ya no tenemos barra ATB o similar. Tampoco tenemos que hacer grupos de tres o cuatro personajes. Ahora peleamos con todos a la vez en unos turnos establecidos donde podemos tomarnos todo el tiempo del mundo en pensar nuestra estrategia. Cada personaje tiene sus peculiaridades que va mejor contra ciertos enemigos: Wakka es infalible con los voladores, Auron destroza a los que tienen armadura, Tidus es muy rápido, Lulu es fundamental para los débiles a las magias, Rikku además de rápida puede robar y usar objetos, Yuna será nuestra mejor sanadora y única a la hora de invocar y Kimahri… Bueno, vale para casi todo y puede robar habilidades enemigas. En el combate sólo podremos usar a tres a la vez con la posibilidad de cambiarlos en cualquier momento en tiempo real según convenga. Los niveles también desaparecen dando paso a un tablero de esferas donde aumentarán los stats y se adquirirán las habilidades. Cada uno tiene su senda pero llegado a un punto, se pueden aprender cosas de los demás haciendo que todos los personajes sean iguales y sólo se les distinga por sus exclusividades (esto si eliges el tablero normal, si eliges el experto todos empiezan en el mismo sitio y eres tú quien decide hacia qué senda llevarles). Las armas/protecciones también son diferentes a lo visto pues tampoco tienen mejoras de stats como tales, si no que nos ofrecen mejorar vitalidad, defensa, ataque, protección/creación de efectos alterados o elementales, etc. Te puedes encontrar dos armas que se llaman igual pero con diferentes huecos disponibles. Otra vez, según lo que requiera el combate, uno se podrá equipar lo que mejor convenga. Se puede decir que por todos estos aspectos, es el Final Fantasy más estratégico con el que me he encontrado. Y por último las invocaciones. Aquí no son un vídeo eterno espectacular, son un integrante más del equipo. Una vez llamado, se queda solo y podremos ordenarle qué hacer. Puede atacar, usar sus habilidades, magias o turbo. Se pueden desarrollar y aprender muchas cosas nuevas. Si mueren, desaparecen y hasta después de unos combates no se podrán volver a usar.

¿Es divertido? ¿Engancha? Mucho y sí. Yo me lo he pasado bastante bien y lo he disfrutado como el que más. La historia engancha (aunque tenga sus momentos en los que prefieres mirar hacia otro lado) y el hecho de que hasta casi el final del juego sea mega lineal y no te permita distraerte con otras cosas hace mucho en favor de ella. Aunque, bueno, si miramos bien con lupa entregas anteriores, suele ser general eso de llevarte de la mano hasta que consigues el clásico vehículo volador que te da total libertad y te lías a hacer misiones secundarias como un loco. Argumentalmente me llamó mucho la atención la enorme crítica que hace el juego a la religión y casi política. A todas. Y creo que sin insultar a nadie ni llegar al mal gusto. Me ha parecido una forma muy adulta de tratar el tema. Cada uno que saque sus conclusiones. También reconozco que es la entrega con el final más bonito y lacrimógeno que he visto nunca. Imposible no llorar como una magdalena al terminarlo. Una verdadera pena que todo eso se destruya por la existencia de X-2. Si hubiesen tenido el acierto de poner a otra protagonista diferente, todo habría sido diferente y seguro que mejor. Yo qué sé, Rikku, Pain y alguna otra loca del coño en busca de otra chorrada. En fin…

¿Un Na’vi? ¿Estoy en Pandora?

¡Por supuesto que hay Chocobos! Aunque se usan de otra manera aquí.

A grandes rasgos, esto es lo que te puedes encontrar en todas las versiones de FFX. ¿Qué trae de nuevo este Remaster? Para empezar, una mejora gráfica que le sienta la mar de bien. Los modelados de los protagonistas han sido bastante mejorados/modificados, todos los escenarios son en 3D (desaparecen los interiores renderizados) y la fluidez a la hora de moverse es muy de agradecer. La versión PAL de PS2 daba la sensación de que Tidus estuviese todo el tiempo andando bajo el agua. Evidentemente más resolución y un formato panorámico. Algunos temas musicales han sido modificados. Si conoces los temas originales, al principio te choca pero en seguida te haces a ellos. Para mi gusto el cambio no ha ido a peor, la banda sonora de este juego es muy grande y tiene muchas joyas. Otra novedad es la inclusión de los extras que tuvieron los japoneses en su versión International que nosotros ni olimos, como un prólogo para X-2. Y si tenemos las versiones de PS3 y Vita, podemos pasar las partidas de un lado a otro según dónde nos vaya apeteciendo jugar.



En conclusión, es una entrega que he disfrutado bastante más de lo que esperaba. Quizá en una de mis más favoritas. El paso del tiempo no le ha sentado mal, en parte gracias al pequeño remozado gráfico, pero se agradece ver unas mecánicas jugables que diga “eh, que soy un videojuego” de las que tanto faltan hoy día. Si tuviera que sacarle algo negativo es la ingente cantidad extrema de horas que habría que echarle para conseguir absolutamente todo y vencer a los enemigos secretos más difíciles. Algunos de los minijuegos para conseguir las mejores armas son auténticas carreras de fondo donde no todo el mundo llega a conseguirlo. Son un tostón y muy repetitivas, habría estado mejor plantearlas de otra forma. No hacerlas más fáciles pero sí más llevaderas. Por desgracia, no tengo tanto tiempo y paciencia para dedicarle. Pero bueno, estas cosas son opcionales y muy subjetivas. No empañan el resultado final como sí podría hacerlo el contraste poligonal/de detalle entre personajes protagonistas y secundarios. Hasta que te acostumbras, duele un poco bastante ver los detalles de los protas y luego ver el acartonamiento de los PNJ que te cruzas por los escenarios. Eso estaba en la versión original y habría sido un detallazo haber hecho algo en este remaster porque, al mejorar a los protas, el contraste es más evidente con los personajes menos definidos y chilla mucho.

La primera entrega portátil de LittleBigPlanet... Recuerdo que cuando lo sacaron no me llamó la atención por considerarlo una entrega menor del original. De hecho me parecía cutre y no era capaz de asimilar cómo en PSP se podía hacer algo similar a lo ya visto en PS3. Madre mía, nunca he estado tan equivocado.



Es evidente que gráficamente no tiene ni punto de comparación. El golpe es más fuerte si recientemente has tocado alguna de las otras versiones (sea sobremesa o el de Vita) pero una vez te habitúas, no te chirría nada. Además de la simpleza gráfica, se ha eliminado el multijugador y la posibilidad de controlar la cabeza y los brazos para hacer el tonto con Sackboy pero eso es una nimiedad. En su lugar, se han añadido unas animaciones según el estado de ánimo.

Y ya está, esas son las únicas diferencias del juego respecto a la primera entrega. El resto lo han conseguido meter al bolsillo sin problema. Las físicas, el ambiente imaginativo y mágico en la puesta de escena, la simpatía... No hay ninguna novedad, es ultra continuísta pero eso no importa si te gusta la saga (bueno, quizá si vienes de una de las entregas recientes se te quede corto).



En cuanto a dificultad, los LittleBigPlanet no son nada difíciles, salvo que te propongas terminar algunos niveles sin que te quiten una sola vida. Ahí es cuando la mayoría maldecimos esas físicas tan raras o reales que tiene el muñeco de trapo y algunos mecanismos que accionan las plataformas.

Del modo de construcción no puedo contar nada. No me he visto con fuerzas de crear ningún nivel. Aunque a medida que vas jugando, te entran ganas de idear cosillas pero he decidido reservarme para cuando juegue a la versión Vita, pues supongo que será más sencillo por la interfaz táctil.



En resumidas cuentas, he terminado contento con el juego y no daba un duro por él. Una versión recortada gráficamente del de PS3 pero totalmente fiel en esencia y jugabilidad. Conserva hasta la infinita posibilidad que permita el editor de niveles, gracias al cual se pueden disfrutar grandes niveles.

Lejos queda ya mi adolescencia y muchos de sus recuerdos. Sólo quedan sensaciones que despiertan ante ciertos estímulos y este juego ha despertado unos cuantos. Aún le he seguido viendo el encanto con ese inicio simple y directo: El Doctor Neo Cortex experimenta con los animales de unas islas perdidas y uno de ellos, Crash, se escapa lanzándose por la ventana llegando a la costa de uno de los islotes. Una vez recobrado el conocimiento, la idea está clara: acabar con Cortex para rescatar a Tawna, la novia de Crash. Lo curioso es que esta introducción no la ves si no estás unos segundos en la pantalla de título.



Como decía, el inicio es simple y directo pues una vez tienes el control, empiezas a jugar. Sin tutoriales ni cuadros de texto, sólo la propia experiencia jugable. Aaaaah, la vieja escuela. Y el juego no deja de ser simple: salta o gira sobre los bichos para acabar con ellos, sortea los abismos, recolecta fruta para cambiarlas por vidas extra, rompe cajas... Puedes terminar el juego sin profundizar demasiado. acabando los niveles sin más. Aunque eso tiene un incoveniente. Si no superas las fases de bonus o terminas un nivel perfecto (esto es rompiendo todas las cajas sin perder una vida), no podrás grabar la partida o acceder al password que salve tu progreso. Y ahí es donde empieza el reto.

Al superar los niveles perfectos, obtenemos unas gemas que pueden ser blancas o una de las coloreadas. Las primeras sirven para acceder al final secreto y las cromáticas para acceder a ciertas zonas de algunos niveles donde encontraremos más cajas y así poder completarlos en condiciones. Aquí el juego es donde adquiere su dificultad, reto y disfrute pues no es moco de pavo superar todos los obstáculos y muchas de las cajas están escondidas de forma magistral que, una vez llegas a ellas, te cagas en la madre del diseñador de niveles con una sonrisa de satisfacción.



Mientras jugaba, se me hacía extraño no recordar el haber pasado por tantas penurias cuando era jóven. Hasta que llegué a la fea realidad: utilicé un password que me desbloqueaba todo y así pude ver los dos finales. Qué vergüenza. 15 años después, he limpiado mi orgullo y he conseguido acabar con esta aventura de saltos y carreras disfrutándola como debe ser.

El juego en la época rompía moldes pues era uno de los primeros plataformas en 3D, aunque no daba la libertad que Mario, pues se limitaba a recorrer pasillos. Los niveles podían tener perspectiva lateral dando una jugabilidad más clásica o ir hacia el fondo o hacia la cámara. También ofrece una variedad de escenarios (junglas, templos, laboratorios) y situaciones (a los clásicos saltos, podemos ir montando un jabalí salvaje o huyendo de una roca gigante a lo Indiana Jones).



¿Ha envejecido bien? Pues en cierta medida sí. Lo que más canta es el bajo poligonaje de los personajes pero al estar coloreados con sombreado gouraud, no está demasiado pixelado el conjunto. Lo he jugado en Vita y no he sufrido de gigantismo pixeril, ni idea de cómo se verá en un pantallón de 40".

Concluyendo: Me ha gustado, más de lo que recordaba. Si alguien necesita de una limpieza de industria actual, que se pegue un chute de esta pieza de vieja escuela y seguro que termina satisfecho. Siempre que no seas un amante de los gráficos a 1080p con 60fps y cualquier cosa te sierre los ojos.

Ayer Square-Enix abrió una página de Theatrhythm misteriosa con un "Coming Soon". No han abierto la boca para más. ¿Qué será? Como ya he dicho en el foro, la lógica me dice que será una versión para móviles del genial y fabuloso homenaje musical de la saga. Mis mayores pesadillas me dicen que será una versión digital para WiiU_U. Pero mis deseos más fuertes piden una versión para la genial y alucinante PSVita. Pero... ¿Es posible este juego en esa consola? ¿Qué novedades traería?



Anoche grabé este cutre vídeo para demostrar que no es necesaria una segunda pantalla a la hora de pulsar las teclas. Los dedos no tapan nada y hay espacio de sobra para hacer los gestos donde sea. Una de las cosas buenas de su jugabilidad es que no te obliga a pulsar las bolas como si de un Ouendan se tratase. El juego sólo pide hacer el gesto necesario. Con los otros dos modos de juego ocurre lo mismo, no hay problema para jugarlos.

Además, esta jugabilidad ya la tiene aplicada (y ampliada) en otro juego para móviles llamado Symphonica para iOS. No les supondría mucho comerse la cabeza ni trabajar en exceso. Hablamos de SE después de todo



¿Y qué novedades traería? A parte de un aumento de resolución para que los gráficos no chirríen en ese enorme pantallón, he pensado unas cuantas cosas:

- Nuevos personajes
- Todos o la mitad de los DLC que hay (evidentenmente no todos porque tienen que sacar pasta por aquí).
- Temas en arrange (de aquí podrían venir los DLC)
- Nuevos temas originales
- Nuevas series añadiendo quizá algún spinoff o segundas partes
- Un nuevo modo de juego donde se aproveche las capacidades multitáctiles y el panel trasero
- Trofeos  
- Funciones para near (seguramente sustituyendo al Streetpass)
- Poder envíar Dark Notes por mensajes a tus contactos
- Modo online cooperativo y competitivo

Sí, esto es soñar por soñar. En la vida se pegarían semejante curro en un sistema que no termina de arrancar en Japón (ni siquiera harían un cutre port 1:1). Ya sé que será una versión para móviles pero soñar es gratis. Quizá nos sorprenda con un Theatrhythm Dragon Quest (el de Kingdom Hearts no lo veo, sinceramente). Mientras, voy a seguir jugando a esta maravilla en mi mustia 3DS.

PD: El nombre del juego me lo he inventado imitando los estilos Final Fantasy Internation o Kingdom Hearts Final Mix