La vida te lleva a un punto en el que tienes que sacrificar ciertas cosas para aprovechar bien el escaso tiempo. La verdad es que nunca pensé que el tema de los juegos llegaría a estar aparcado casi por completo. Al punto que ya rechazo comprar muchas cosas porque no las voy a jugar y creo que tener por tener no me compensa (cuando tenga un gritón de euros me dará igual). En esta última semana llegué a jugar 36 minutos al Rogue Legacy. Terminar o completar algo como FFX (que lo tengo a puertas del final) o los futuros Tales of Hearts R y Freedom Wars se me hace largo e imposible. Juego menos que un casual. Ajusto el tiempo todo lo buenamente factible y el sentarme un rato para darle al vicio es casi imposible.

Seguramente este sea la típica situación donde cunde el pánico ante unos primeros cambios y luego, una vez me haya habituado, consiga sacar tiempo en condiciones pero es la primera vez en la que realmente pienso que esto de los videojuegos puede llegar a su fin. Varias oportunidades han surgido de hacerme con una PS4 a buen precio. ¿Para qué me voy a comprar una consola nueva si no le voy a dedicar el tiempo necesario? Y si contamos con la inmensa cantidad de juegos a la espera que tengo, no me haría falta comprar absolutamente nada. Todo lo que tengo no me lo voy a terminar ni aunque hagamos una maratón empezando yo y terminando vuestros nietos. Este tipo de pensamiento era imposible hace unos pocos años.

Antaño siempre pensé que mi futuro consistiría en hacer más infinita mi colección de juegos y sistemas, teniendo habitaciones llenas de estantes con títulos donde elegir siempre que quisiera. Pero la vida real cada vez se asienta más en mis costumbres y requiere su tiempo. Para cuando voy a viciarme me encuentro cansado o considero que no es el momento si no quiero echarme a dormir a horas intempestivas y despertarme tarde al día siguiente desaprovechándolo por completo. Reducir el tiempo que pueda pasar por el foro o Twitter es la clave (que quizá es una hora/hora y media pero eso podría ser una hora/hoyra y media de juego). A veces se consigue y otras no. Aunque esto me da un poco de pena porque no quiesiera perder el ligero contacto de algunos manitos locos y perderme sus trepidantes aventuras y vivencias.

Me da un poco de rabia pues este hobby me ha acompañado toda la vida pero creo que el sacrificio merece mucho la pena. Veremos en qué termina todo con el paso del tiempo. Igual me estoy volviendo a ahogar en un vaso de agua.

¿Recordáis la ilusión que hacía cuando éramos criajos eso de tener un juego nuevo? ¿Y lo que lo exprimíamos? ¿Y las sorpresas que nos llevávamos al llegar a la tienda/centro comercial o en la revista de turno con las novedades?

Todo eso ya ha muerto en la mayoría de nosotros o no es ni remotamente parecido. Lo que antes era un juego ocasional, ahora son pilas de ellos cada poco tiempo. Se va a las tiendas a ver qué ofertas hay para llevarte una cantidad de títulos que apilarás a los muchos más que tienes y sepa Dios cuándo los jugarás (si lo haces). Y si llega su momento, será una partida rápida y superficial porque detrás esperan 15 más a ser abiertos.



Los adultos estamos contaminados con el consumismo y a los niños se les da todo lo que piden (creando adultos más consumistas aún). El ansia controla nuestros impulsos y miles de compras compulsivas se llenan de polvo en las estanterías o el disco duro. Nos saturamos y el comprar se convierte en obligación pues no te vas a perder los 10 juegos de turno que están a tu alcance. "Total, estaba muy barato".



Con la información ocurre lo mismo. ¿Cuántas horas pasa uno delante del aparato sobreinformándose de lo que está por venir? O quejándose por no tener esa información. O discutiendo estupideces sobre si tal compañía o tal sistema es mejor o peor, haciéndonos perder un tiempo muy valioso. En muchas ocasiones, se pasa más tiempo hablando o criticando un juego que jugándolo.

Hay más cosas en la vida que esos juegos. Esto al fin y al cabo es un hobby y como tal, no debería de ocupar el 100% de nuestro tiempo ni pensamientos. Porque, sed sinceros, muchos de lo que lean ésto estarán todo el día pensando en cosas del mundillo, mirando cada poco las noticias, comprobando si hay nuevas actualizaciones de alguna Taberna, escuchando podcasts, pensando qué y cómo poner la próxima entrada del blog. Y me quedo antiguo, pues ya debería de añadir cosas del Youtube o redes sociales que me van grandes.



... ... ...

Joder, la verdad es que he desvariado. En un principio, tenía pensado escribir sobre la ilusión perdida del mundillo. Eso de poder comprarte sólo un juego de unos cuantos y llegar a casa loco de alegría deseando empezarlo. Todo motivado por haber podido comprar, gracias al cambiazo, el Final Fantasy X/X-2 para Vitaa un precio cojonudo después de una larga temporada de sequía. Pero me lío a escribir y los dedos van solos. Tampoco quería borrar lo ya escrito, ahí queda pues creo que es un buen mensaje que llama a la moderación de cada uno. Un viaje que llevo un tiempo haciendo y del que descubro cosas que antes rechazaba. Tiene pinta de ser un viaje bastante largo, duro y productivo.

Muchachos, tomad las riendas. Yo estoy en ello.

Aviso: En esta entrada se recoge la opinión personal sobre el mismo autor. No se intenta dar lecciones de vida ni enseñar algo que no se sepa. Si te sientes ofendido, es problema del lector porque no se busca esa reacción

Aviso 2: Tocho incoming

No sé ni por donde empezar. Tenía intención de escribir esto en cuanto terminase la experiencia offline pero entre la falta de tiempo, desgana y cambio de prioridades no he sido capaz. Tenía muy claro cual era el mensaje, lo veo día a día, así que voy a intentar capturar la esencia.



La tecnología hoy día nos permite estar todos conectados, informados al momento, localizados voluntariamente. Son una minoría los que no tienen smartphone, cuenta en alguna red social o acceso a internet. Por la mayoría son señalados como tipos raros anclados en el pasado que no quieren evolucionar. Estoy empezando a pensar que son los que van por buen camino.

Reconozco que estoy sufriendo una especie de síndrome ex-fumador. Aquella en la que el tipo que deja el cigarro señala con el dedo a los que siguen con él. Trato de no ser tan hipócrita pero también intento ampliar un poco el horizonte a los demás.



Somos esclavos de una pantalla, estamos con un grupo de gente y nos aislamos para contestar mensajes o revisar si hay alguno nuevo. Hace un par de noches estuve cenando en una pizzería. Al lado nuestro había una pareja y uno de ellos tenía el móvil encima de la mesa y lo miraba constantemente mientras hablaba con el acompañante. Después, ambos estuvieron un rato cada uno a su trasto. Tan cerca y tan lejos el uno del otro. ¿No hay otro momento para mirar el Facebook, Twitter o lo que sea?

Por la calle vamos andando mientras miramos el teléfono sin apenas prestar anteción al tráfico, a la gente que se cruza contigo, a cualquier detalle importante... Repito que no escondo la mano, yo también lo he hecho y ahora que levanto la mirada de la pantalla, lo veo con bastante horror. Una cosa es mientras esperas el transporte público o viajas en él pero lo de ir andando y consultando lo que sea... Lo más bestia que he visto ha sido un tipo andar con el portátil mientras veía vídeos, pero entiendo que esto es un caso extremo.

También estamos constantemente localizados. Ya sea por la geolocalización o porque lo pones en cualquier red social. Sales de fiesta y las fotos en el Facebook. Tomas un helado y lo marcas en Foursquare. Te vas a cagar y lo publicas en Twitter. Yo he subido gatos, comidas, compras... Todo innecesario. De hecho me he dado de baja en Facebook. No me interesa que mi tía del pueblo o los amigos del cole se enteren de que me he tomado una cerveza. Tengo Twitter pero lo uso exclusivamente para hablar de juegos, pelis, series y poco más. Nada de vida real. Y tampoco estoy todo el tiempo metido, dos consultas al día desde el móvil y esperando reducirlas más (veo a gente ultra enganchada que incluso se ofende si les dejas de seguir o borras del FB).

Esto último es una cosa que me hace gracia, lo de estar siempre localizado. Es algo voluntario pero ¿qué pasaría si fuese algo impuesto? Si estuviésemos en algún tipo de régimo ultra duro que nos obligase a fichar cuando vamos al Game, al Mediamarkt, cuando nos tomamos una cerveza, cuando vamos a comer. Suena conspiranóico pero nos tienen totalmente controlados y no hace falta obligarnos.



Durante el apagón me di cuenta de que el tiempo que invertía en internet, lo podía dedicar jugando, leyendo o reordenando cosas (y que la batería del iPhone puede durar hasta tres días). Por eso, cuando volví a conectarme cambié las prioridades. Me di de baja en muchos hilos para tener notificaciones de sólo los que me interesaban realmente. En lugar de bucear por la red buscando alguna tontería para leer, me pongo a jugar a alguno de los más de 500 juegos que tengo pendientes. Silencié todos los grupos del Whatsapp para no distraerme durante el trabajo o cuando esté con alguien.

Nunca me he considerado una persona que esté demasiado tiempo en la red pero ahora me siento como liberado. Ya no estoy atado a un cable invisible. Alguien me ha comentado alguna vez que pondría en práctica algo parecido pues necesita descansar de las muchas tonterías que se hablan en internet (y el 90% son muy tontas). La realidad se acaba deformando y luego se sufren las consecuencias.

Igual algo se me queda en el tintero pero a todo aquel que lea este tochazo, recomiendo que haga algo parecido y saque sus conclusiones. Que levante la mirada de la pantalla y se atreva a dar al botón de off o tirar del cable durante una semana (o más). Antes de que se nos vaya de las manos...

Un saludo.

¿Recuerdas lo que hacías antes de la era internet? Los más jóvenes es normal que no pero los que tenemos la treintena es algo que pronto hemos olvidado. Es lo que tiene la comodidad, que pronto te haces a ella. ¿Y si por lo que fuera desaparece? ¿Sobrevivirías? Yo voy a comprobarlo.

Me he apostado conmigo mismo algo, estar una semana entera (puede que más), sin ninguna conexión a la red. Nada de internet, nada de juego en línea, nada de Whatsapp. Completamente offline. Como en los viejos tiempos. Viendo las noticias en revistas o en boca de alguien, quedando con la gente llamando al telefonillo o por el mismo teléfono. En los momentos muertos, leer o pensar en algo en lugar de navegar aislándote del mundo.

La verdad es que llevo un tiempo semi-offline y estoy viendo que no me va a costar mucho trabajo. Hace un año es posible que sí, que fuese más duro. Por eso he subido la apuesta y voy a empezar cuando caigan las 00:00. Sí, con la presentación de PS4 y todas las novedades de mi amada PSVita. Y además, estoy de vacaciones, así que puedo tener todo el tiempo del mundo que podría estar haciendo cosas online y no será así...



Las normas son muy sencillas:
- Estar completamente desconectado en el PC, consolas y móvil.
- No mirar a través de otros aparatos que no sean de mi propiedad ni pedirle a nadie que me busque algo.
- Una vez vuelva al mundo online, no recuperar la información atrasada, es decir, no hacer caso a las notificaciones de cualquier medio y empezar desde el día que vuelva a conectarme.
- Sólo usar la conexión para extrema urgencia.

¿Cómo se sabrá que lo he llevado a cabo? Hoy día, cualquier cosa en la que estés enchufado te dice tu última conexión. Steam, PSN, Whatsapp... Hasta la 3DS con su online asqueroso. Así que lo dicho, cuando todo el mundo esté enchufado viendo como Kaz Hirai presenta el futuro en el Sony Direct, a las 00:00, yo me meteré en mi nicho aislado a ver si soy capaz de sobrevivir una semana o más.

Y tú, ¿podrías aguantar? Deseadme suerte, volveré...

Hace dos días fue mi cumpleaños. 31 años ya, vaya un chaval. Como supuse, los 30 han sido una etapa muy buena de la que salgo muy muy feliz. Ha habido tropiezos pero lejos de usarlos como armas para hacerme daño, los uso como libros para aprender. Como es habitual, he releído la entrada del año pasado y veo pocos cambios. El laboral cada vez peor (siempre es en febrero cuando salen las peores noticias), en el familiar todo bien, en el amoroso muy bien y en el social bien también. Ha descendido gritonómicamente mi actividad tanto online como jugona pero esto ya lo he comentado varias veces y paso de ser pesado.

¡Regalos! Que importa más que las palabras de un tío aburrido.



Sólo destaco los del mundillo, sin quitarle importancia a los otros. Pese a que más de uno arrugará la nariz, son los juegos que quería. Skylanders me parece una maravilla de producto pese a los diseños algo feos (que cada vez me acostumbro más) pero la idea de juntar juguetes con videojuegos me ha encantado. !Y encima envueltos en el mejor papel de regalo de la historia! Obviamente, no me haré con todos los bichos, sólo con uno de cada tipo. En duda tengo si pillar el Giants cuando cueste dos duros, poco bueno he escuchado.
Final Fantasy XIII-2 también le tenía ganas, aunque no haya jugado a los cinco últimos títulos de la saga...
Y Catherine, creo que será lo que más os guste.

Pero no están todos porque... En pocos días... Uno de mis más esperados...



Es uno de mis más esperado y que por desgracia tendrá que esperar a ser jugado por varios motivos. El primero es que no quiero pisar a Ni no Kuni y hasta que no lo termine, no me pondré con él. El segundo es por mi "enfermedad" de jugar a los juegos en orden aunque no tengan nada que ver las precuelas. Así que tendrá que esperar a que empiece y termine Persona, Persona 2 y Persona 3 (que no sé si será el FES o el P). Ains... Seguro que los mando a la mierda y me pongo con este directamente...

Es muy triste la situación laboral de este país. Podría decir del mundo pero centrémonos en algo más cercano y patrio. Roca, empresa que todos conocemos, cierra sus puertas en Alcalá de Guadaira y cesa la actividad de la línea de urinarios en Alcalá de Henares (algo así como el 70% de la plantilla). Esto supone el despido de 486 trabajadores. Al poco de darse la noticia (a finales de año), aquí en Alcalá de Henares, acamparon varios de sus empleados frente a la fábrica a modo de protesta con varias pancartas. Aún están ahí, las fotos son de hoy, y según tengo entendido, van turnándose para ir a trabajar y hacer fuerza en su "nueva casa".



Es un acto digno de elogio si no fuera porque no sirve para nada. Antaño ya protestaron trabajadores de Bosch, Fiesta, Electrolux y no recuerdo si alguno más y no sirvió para nada. Cada vez hay menos fábricas en la ciudad y cada vez menos trabajo. Pero ciñámonos a lo que voy: la tristeza que produce ver que todo esto no sirve para nada. Lo mismo que salir a manifestarse, hacer asambleas o recoger firmas... "Los que mandan" (ya sean empresarios, políticos o curas) toman sus decisiones y tienen en cuenta cosas como que durante un día la gente no trabaje o que acampen con pancartas frente a las fábricas. Las decisiones están tomadas.



No sirve para nada. Siempre he pensado ésto, por eso nunca he apoyado este tipo de actos. Un día, un amigo me dijo que con actitudes como la mía no se va a conseguir nada. Entonces decidí apuntarme a cualquier manifestación y huelga para demostrarle que aún formando parte de eso, no iba a servir para nada. Los tiempos han cambiado y está ya todo muy visto y manipulado. Ya no pasa como antaño donde tanta protesta conseguía buenos resultados. Cada vez vamos dando pasos de gigante hacia atrás. Y lo veo todos los días en la calle, en mi trabajo, en la tele. La cosa se está poniendo muy mal y la solución es muy sencilla. Tanto, que "los que mandan" no se han topado con ella.



El ombliguismo debería de desaparecer. La gente debería de pensar que todos estamos en el mismo barco y vamos de cabeza a hacerle compañía al Titanic. Da mucha pena ver que las soluciones de muchos es pegarle dos tiros a fulanito o tener otra guerra. Y cuanto más pasa el tiempo y peor se pone las cosas, en lugar de juntarse más para hacer piña, se esparcen como si fuesen Bolas de Dragón autoaislándose cada vez más. Con criticar a la gente y lo que pasa por Twitter, Facebook, foros o el salón de casa ya es suficiente. Así lo único que se consigue es amplificar la impotencia y el mal rollo.

Una pena, esta entrada tampoco sirve para nada.

En lo laboral, llegar a ser el mejor que habrá jamás y por mucha mierda que aflore, sacar fuerzas para hacerlo todo bien. A mi no me van a pisar.

En lo personal, pues personal queda y sólo diré que me dejaré la piel en ser feliz y hacer feliz a los míos. Si de algo estoy orgulloso es en todo lo que he conseguido con mi esfuerzo y no pienso bajar el nivel.

Respecto al mundillo videojueguil, planificarme bien para jugar a lo que pueda. La vida social, laboral, familiar y de pareja ya no me deja casi nada para el vicio. Me he convertido en un jugador casual por completo. Últimamente sólo juego al Montezuma, al Jetpack Joyride y el Big Sky Infinity en PSVita y al Theathrythm en 3DS. Pero nada de tiempo, no llega a una hora todo junto

También me pronpongo no ser tan troll. A partir de ahora dejaré de meterme con el combo de WiiU y 3DS por muy mal que me parezca lo esté haciendo Nintendo y por mucha tomadura de pelo me parezcan esas consolas (sigo sin entender el éxito que tienen). "Juega y deja jugar" es lo que siempre he dicho y parece que se me haya olvidado (gracias, Obi por recordármelo  . También dejaré de ser tan pesado con PSVita, por mucho consolón que me parezca y sea el camino más corto para llegar al cielo (sigo sin entender por qué no tiene más éxito).

Ambos temas, el trolleo y el fanboyismo, empezaron (y siguen siendo, ojo) un mero papel, una exageración, para hacer la gracia pero entre que ya me he cansado y ya no hace gracia (¿alguna vez la tuvo? No tengo el esitlo de markomaro), lo dejo. Ese no soy yo. Claro que, tampoco se va a notar. Mi actividad foril ha bajado muchísimo, incluso la del blog .
Soy un mero recuerdo, una sombra que muy pocos recuerdan. A veces ni yo mismo me reconozco. El mundo físico me reclama cada vez más y todo lo que he construído para mi empieza a perder un poco el sentido. Aún no sé si eso es bueno o malo. Si lo pienso me pongo triste porque uno siente que está tirando su vida por el retrete pero si miro el presente, soy feliz. Uno no puede anclarse, hay que avanzar y evolucionar. Igual mañana todo se torna en contra pero hasta ese momento, miraré al futuro con una sonrisa sin olvidar de donde vengo. Hay que avanzar sin olvidar el punto de inicio.

Feliz 2013...

Gracias a mi trabajo he descubierto que el 90% de las personas son imbéciles y no me gustan. Por suerte hace ya tiempo que cambié el chip, levanté un muro y me la suda todo el mundo. Pero hay un 10% que sin ninguna duda tienen toda mi simpatía y les deseo lo mejor. Una de estas personas es la señora Rosario.

Nuestra amistad empezó de la forma más tonta posible, ella siempre me abría el portal y bajaba a ver si tenía cartas. Viendo que ella ya estaba bien entrada en años, como respuesta al gran favor de facilitar mi trabajo, empecé a subirle las cartas siempre que tuviera. Al principio la cosa quedaba en el típico "Buenos días, aquí tiene, no se moleste en bajar" y terminó siendo una reunión de amiguetes que nos contábamos nuestras cosas, tuviera carta o no. Al menos una vez a la semana teníamos conversaciones de lo más normales sobre el día a día o sobre cosas del pasado que, la verdad, no duraban más de 10 o 15 minutos como muchísimo pero las personas mayores tienen que hablar y los jóvenes tenemos mucho que escuchar.

Ha vivido en Alcalá toda su larga vida, de hecho, nació aquí. Me contaba los cambios que hubo en la ciudad, además de los viajes que pudo hacer con el que fue su marido o con sus hermanos. Una persona humilde, sin duda. Además tenía sentido del humor, cosa que por alguna razón me extraña ver en los mayores. Yo le contaba cómo andaban las cosas ahora pues salía más bien poco y si lo hacía siempre era por el centro acompañada de su hija y unas amigas. La mujer me preguntaba incluso por el estado de mi abuela antes de morir y supo del nacimiento de mi primera sobrina una semana después. A veces su hija llegaba a casa y nos pillaba hablando en el rellano, la regañaba por entretenerme XD. Ya ves tú, que son 15 minutos.
La mujer también se preocupaba por mi salud. En época de frío siempre me daba una caja de caramelos que le regalaban en la farmacia para la garganta "Que estás siempre en la calle con la que está cayendo y sabes que en seguida se te agarra a las anginas", me decía. Un boli me regaló también una vez y bien que me vino para rellenar algunas cosas.

Tocaban las vacaciones de verano y me despedí de ella hasta que volviese, eran sólo 15 días. A la vuelta, se me hizo raro que no me abriese el portal "Estará de vacaciones", quise pensar para no ponerme en lo peor. Un mes después, por fin alguien cogió el telefonillo, su hija. A la que me asomé para decirle que no tenía cartas me preguntó "¿Eres tú el cartero que hablaba con mi madre?" Ahí me temí lo peor, las lágrimas me lo confirmaron, había fallecido. Un domingo cualquiera llegó a casa para irse a dar un paseo y se encontró lo peor que se puede encontrar un hijo. Intenté darle el pésame pero no me salía nada, sólo un tonto "Joder, me lo temía". Intenté mantener la compostura pero cuando la mujer me daba las gracias por darle esos momentos amenos su madre, cuando me contaba con cuanto cariño hablaba de mi, las lágrimas no tardaron en brotar. Se fue. Esa mañana fue algo difícil pues a veces tenía que contener las lágrimas al contestar a un telefonillo. Pasé por una floristería, le compré unas flores y se las llevé a su hija. La mujer rompió a llorar abrazándome y dándome las gracias, una vez más, no supe qué decir.

Ya ha pasado el tiempo y siempre siempre que paso por su calle, evidentemente me acuerdo de ella. De esas charlas de apenas 10 o 15 minutos que nos echábamos. A veces me cruzo con su hija y hace dos días me lo dijo "Cuando te veo me da alegría y tristeza a la vez. De verdad, gracias por todo." Es una pena que la gente se muera, pero forma parte de la vida y ya que una muerte deja tristeza, mejor taparla un poco con alegría de los buenos recuerdos. El próximo día que la vea, espero no quedarme sin palabras y se lo diré. La verdad es que lamento que se haya ido sin tan siquiera saber mi nombre.

Quería contar ésto aquí para rendir un pequeño homenaje a una amiga. Estaba preocupado porque su cara se me empezaba a olvidar. Me ha venido bien escribir sobre ello, ha sido una buena manera de refrescar la memoria.

Otro año más que acumulo a mis espaldas. Por fin he cambiado el dígito y llego a los esperados 30. Por alguna razón, tenía ganas de llegar a esta edad. No me preguntéis por qué pues no sabría responder. Mirando la entrada del año pasado, me ha hecho gracia ver que en esa época estaba a punto de salir 3DS y ahora lo está Vita. Vaya repetición de situaciones XDD Espero que tengan distinto final.

En cuanto a regalos... Ya tengo de todo, no me hace falta nada, así que una vez más les he pedido a mis amigos que no se molesten. El año pasado creí haberles convencido y me regalaron el Move para la PS3. Si este año vuelven a desobedecer, lo van a tener que devolver. Y los regalos de mi familia se han centrado en Vita, así que de momento me han dado dinero. Mis hermanas me regalarán el Uncharted: El Abismo de Oro y mis padres un combo de memory card de 16GB y el Starter Kit. Yo me compraré la Vita Wifi la semana que viene. Aunque como auto-regalo, esta mañana intentando cazar la Vita, me he comprado un disco de música que ya estoy disfrutando bastante a lo largo del día.

Grandes Hurts

¿Qué me depararán los 30? En el ámbito laboral está todo muy muy muy negro, en el amoroso está todo perfecto, en el social creo que de fábula (al menos por mi parte, nadie se me ha quejado) y en el familiar también muy bien. 3 de 4, creo que no me puedo quejar.

La medicina ha avanzado mucho, tanto que la mortalidad de las personas mayores ha descendido bastante y la gente puede vivir más tiempo pero ¿de qué forma? Un médico no puede dejar morir a un paciente, tiene que alargar su vida todo lo que pueda. Está claro que hay casos y casos pero normalmente (repito, normalmente) las personas con más de 80 años ya están muy desgastadas. Imaginad que vivís constantemente con dolores en vuestro cuerpo, mil y un achaques, os cuesta respirar, moveros, el cansancio llega con cualquier gesto. En fin, que sois mayores.

Muchos habréis escuchado el deseo de morir de vuestros abuelos o la gente mayor. Cuando llega el cumpleaños "Este ya será el último año" o en cuanto caen algo enfermos "A ver si me muero ya y se acaba esto". Están cansados de vivir pendientes de un hilo, de una forma en la que una corriente de aire se puede convertir en un constipado casi mortal o estar dependiendo siempre de alguien para cuidarlos.

Mi abuela paterna, la raíz viva más antigua que queda en mi árbol genealógico, está muy mal y cada vez se la ve con menos energía. Con sólo hablar se fatiga, se agota hasta el punto de que los brazos se le caen si gesticula algo. Seguramente salga de esta hasta que tenga otro achaque pero, ¿de verdad merece la pena vivir así? Repasando lo vivido con mis otros abuelos no hago mas que preguntarme si es "sano" estirar tanto el chicle. Ellos bailaron con la muerte en más de una ocasión hasta que al final se fueron con ella tranquilamente a descansar.

Igual suena cobarde y derrotista pero yo, en la misma situación, pediría que los médicos me diesen un billete cómodo y tranquilo para el último viaje. Si llego a esas edades habré vivido todo lo que haya podido, lo que me haya correspondido. No creo que con más de 80 años me apunte a cursos de paracaidismo. Me jodería en todo caso no haber podido completar toda mi colección de videojuegos pero mi momento pasó y a no ser que exista un método en el que tener una avanzada edad no signifique hincharse a pastillas o hacer vida en un hospital enganchado a máquinas, casi que prefiero quedarme en el sitio y no sufrir esa tortura que araña unos días más la estancia en este mundo.