¡Corten!: Mulholland Drive

Este fin de semana hemos visto una de esas películas que odias o amas. Yo la amo. El maldito David Lynch parece que me haya hipnotizado y no dejo de pensar en ella(s). A pesar de que el principio me pareció cutre, cutre; poco a poco su mundo me fue absorviendo y adoro esa maldita ambientación.

La historia parece bien simple. Una bella mujer (Laura Elena Harring) sufre un accidente en la limusina que la transporta. Justo antes del accidente, la intentan matar, así que casi ha venido bien el estropicio que se forma. Consigue llegar, colina abajo, a una pequeña ciudad y se cuela dentro de una casa. Allí va a vivir una jovencísima y alegre Naomi Watts. Cuando se la encuentra, pensaba que era otra inquilina pero luego descubre que se ha colado y tiene amnesia. Juntas intentan recuperar sus recuerdos mientras ocurren más cosas.
Parece convencional, ¿verdad? Pero no debemos olvidar que está escrita y dirigida por David Lynch, así que llega un momento en la película donde todo cambia por completo sin aviso y descoloca al espectador. Es en este punto donde la odias o te terminas de enamorar de ella. La cosa cambia tanto, que no reconocía a Naomi Watts (provocando las burlas de mis amigos ).

Después del colocón que nos trastocó, empezamos con conjeturas y terminamos buscando interpretaciones de la película. Lynch dice que cualquier interpretación es aceptable, pero nos quedamos con la que más encajaba con todo. Como curiosidad he de comentar que esta película, originalmente, era el episodio piloto de una nueva serie, pero como la cadena a la que fue dirigida no estaba conforme, la cosa quedó en el limbo. Hasta que Canal + Francia dijo: "Añade más metraje y lo hacemos película". Año y medio después de terminar ese episodio piloto, se reunió a los actores y equipo para hacer esta peculiar película. La verdad es que se nota que iba a ser una serie, porque vimos que todos los personajes tienen una pinta de guardar una historia que se iría revelando a lo largo de los capítulos.

En fin, si conoces a Lynch, sabrás lo que te puedes llegar a encontrar (o no). Si no, te recomiendo que la veas el día que más despejada tengas la mente, pues vas a terminar con un nudo en la cabeza.