Hacía bastante tiempo que no tenía una lectura realmente interesante y que me "dijese algo", pero eso ha cambiado desde hace un tiempo. Aunque hace un par de semanas empecé una novela visual de esas tan famosas en japolandia (ya hablaré de eso otro día), lo que de verdad llevo leyendo con pasión desde hará ya unos tres meses es un manga titulado JoJo's Bizarre Adventure, de Hirohiko Araki



Es curioso, porque aún sin hacerle asco alguno no soy demasiado propenso a leer manga de buenas a primeras (aunque allá a la edad de 13~14 años me enchoché con Naruto, una serie que a día de hoy desprecio con toda mi alma y de la que no puedo perdonarme el haber comprado una gran cantidad de tomos en su momento) , así que JoJo tiene esa "cosa" especial que consigue atraerme pese a que este tipo de lectura no despierte pasiones en mi interior. Poco conocía de la serie, alguna cosa suelta de Jump Ultimate Stars, imagenes en internet y demás cosas al azar, aunque siempre sin relacionarlas a ninguna serie en concreto. Debido al 25º aniversario de este manga, mi atención sobre este se vio un poco aumentada con diversos anuncios (como el del anime actual y el futuro juego que aparecerá en 2013 y el Hilo Oficial del cual se encargará servidor), pero el salto que definitivamente me hizo empezar a leerlo fue la recomendación de un amigo, el cual tiene la (odiosasamente irónica) cualidad de recomendarme encarecidamente cosas normalmente de carácter japonés que me hacen torcer el gesto al echarles un primer vistazo y que final acabo gozando de ellas como una perra (aunque JoJo fue una de las pocas cosas que no repudié de primeras, habiendo captado mi atención aún de forma sutil desde hacia un tiempo).

Antes que nada, explicar un poco de cómo va la cosa: JoJo trata de las distintas generaciones de la familia Joestar a lo largo de la historia, cuyos miembros (apodados normalmente como "JoJo") están ligados a un destino lleno de adversidades e infortunios, muchas de ellas relacionadas en mayor o menor medida con el malo malísimo de esta serie, Dio Brando. La verdad es que, sinceramente, no se como explayarme más para dar una sinopsis general; Tal vez decir que cada generación "sufre" una serie de aventuras extravagantes como bien indica el título de la serie, a cada cual mas extraña y desconcertante.

Sin duda, uno de los mejores atributos de la serie es su estructura y contenido; Cada arco argumental viene dado por "partes" entrelazadas por un hilo argumental generalizado, pero que se distinguen muchísimo en estilo entre una y otra, haciendo prácticamente de cada una de ellas una mini-serie aparte que normalmente se centra en cierto elemento o tema (Los lazos de la juventud o la propia cotidianidad como ejemplo de temáticas y las batallas o la introducción de "espiritus" llamados Stands como elementos)  . Esto hace que seguir la obra sea mucho más interesante y ameno, evitando el estancamiento rápido y dinamizando la presentación al lector. Por la parte de contenido, hay que recalcar que JoJo es una serie tremendamente original y sorprendente, en la que nunca sabemos que nos va a deparar la siguiente situación, con unos personajes por cada parte (algunos de ellos repiten aparición en varias de un modo u otro) que desde luego dejan huella.




En cuanto al dibujo, la verdad es que tuvo una evolución muy curiosa; Sin duda, las dos primeras partes beben bastante de mangas del estilo de Hokuto no Ken (El Puño de la Estrella del Norte), con personajes bastante musculizados pero con cierto toque personal, con muchísima atención al detalle... Pero es a partir de la tercera parte cuando realmente el estilo de Araki empieza a evolucionar, dando un resultado bastante impactante y que poco a poco va variando hacia un dibujo mucho más estilizado y refinado, pero sin dejar de lado el asombroso gusto por el detalle y los buenos trazos que tiene esta obra. Más allá del dibujo en sí, JoJo también es conocido por su "fabulosidad" (véanse poses cuya varonilidad e impacto superan a su aparente "gayedad", aunque conforme avanza el manga estas empiezan a ser un tanto mas sutiles y menos directas) y el buen uso que hace de cosas tan simples como onomatopeyas o planos al presentar la acción, todo un deleite para la vista.




La jodienda es que si uno quiere leer este manga en España lo tiene crudo, ya que desafortunadamente la serie no está editada en nuestro país, así que el único modo de leerla es recurrir a internet y las traducciones fans (Hace poco se inició una nueva traducción española encabezada por diversos miembros de vandal, podéis averiguar más sobre el tema aquí ). La verdadera guarrada más allá de que no lo hayan editado por estos lares es que la calidad de los scans y la traducción a partir de la cuarta parte bajó drasticamente su calidad, dando lugar a la conocida tradu "duwang" (lease como una de las traducciones al inglés más penosa de la historia a partir de la versión china del manga), aunque con suerte, muchos fans están poniendo solución y se han resubido a mejor calidad y traducción decente una gran cantidad de tomos de la cuarta y quinta parte, dejando las versiones antiguas casi al final (aunque estas ya se nota cierta mejoría en la traducción y son "legibles").




Tal vez no me he explicado demasiado y he dado descripciones algo vagas y generalizadas, pero si ha sido así es porque antes que reventaros las sorpresas y posibles sensaciones que podáis experimentar con su lectura prefiero que lo descubráis por vosotros mismos. Recomiendo leer a todo el que sepa inglés o japonés esta obra más allá del propio gusto por este tipo de lectura (vamos, que aunque no os guste el manga, LEEDLO), porque os vais a encontrar con una de las cosas mas sorprendentes y curiosas que ha podido dar lugar este mundillo, en las que podréis ver a posiblemente dos de los mejores villanos de ficción de la historia, sucesos paranormales e inesperados y personajes que no os van a dejar indiferentes, y es que cuesta creer que esta serie siga en publicación desde hace 25 años, con historias y ocurrencias tremendas que marcaron escuela para la época a la que pertenecen.

Definitivamente, hay que leer JoJo's Bizarre Adventure.

No recuerdo como llegué a aquel centro comercial, pero estaba seguro de que fue en plena tarde, cuando el sol se ponía lentamente bajo el cielo, perdiéndose en el horizonte. Ni siquiera recordaba haber visto antes aquel complejo lleno de tiendas y escaleras mecánicas, con gente por doquier realizando sus compras.

Nunca había tenido mucha predilección por los GameStop, más aun sabiendo su extraña política de precios y seminuevos que despertaba mi curiosidad, no de forma positiva precisamente. Un par de días había estado curiosieando por uno de ellos, donde vi uno de los juegos que me interesaban en estos momentos, Demon's Souls, por la friolera de 40 euros, habiendolo visto en otro sitio por 20 nada más. Desgraciadamente, aquel mismo día fui decidido a comprarlo, pero la última copia había volado del estante.



Tenía decidido mirar por otras tiendas, pero la verdad, ya que estaba en aquel centro comercial que no había visto nunca y había un GameStop, no perdía nada por echar un vistazo. La verdad es que era muy extraño, la única dependiente era una señora que rondaba los 50 para arriba, de apariencia huesuda, y los estantes estaban algo desordenados, mezclando plataformas porque si, y muchos de los títulos de los juegos sin poder leerse. Empecé a rebuscar y rebuscar, para a ver si encontraba alguna que otra ofertilla en aquella maraña de cajas, aunque no veía mucha cosa.

Me fije que también vendían camisetas con temáticas videojueguiles, pero lo más extraño es que una camiseta, detrás de otras tantas, tenía como motivo... ¡¿Uno de los fantasmas de Mother 3!?



En esa tienda pasaba algo extraño, desde luego, y más porque no reconocía la marca de la camiseta, y me extrañaba cosa mala que eso fuese "oficial", pero a saber. Proseguí la búsqueda de ofertas, y vi nada más y nada menos que ¡Rayman Origins a 5.95!

No iba a desaprovechar aquella ofertaza, pero me di cuenta de que algo pasaba en la caja: No tenía plataforma. De hecho, era un cartón del que después te daban en recepción la caja del juego, pero miré por atrás y... era de PC.



Ya estaba algo mosqueado, aquella tienda me estaba empezando a sacar de mis casillas por algún motivo, asi que tras mirar y mirar, directamente fui a preguntar lo que quería y punto.

[Yo]: Mire, quería que me dijese si tiene Demon's Souls, de PS3, y si es así a que precio.
[Dependienta]: Has dicho... ¡¿DEMON'S SOULS!?

...

[Dependienta]: Acompañame...

Me dirigí con ella hacia la otra punta de la tienda, la cual tenia forma de L, y allí, en una especie de armario, sacó unos "protectores de dedos", como si fuesen solo las partes del dedo índice y pulgar de un guante, y empezó a remover una pila de juegos... y conforme iba sacando el que había cogido, la luz se apagó.



Con toda la tienda completamente en penumbra la dependienta se dirigió hacia el mostrador de nuevo, a paso lento, después de darme el juego el cual no podía ver bien el título ni el precio.

[Dependienta]: Es un producto difícil de conseguir ¿sabes? Al menos en la actualidad, jejeje... Su precio ha variado conforme pasaba el tiempo y la gente se amontonaba por adquirirlo, son muchos los que lo desean y cada vez hay menos...

[Yo]: B-bueno... ¿pero el preci-

[Dependienta]: Jie jie, chico... ¿estás seguro de que quieres este juego? son muy pocos los que han conseguido jugarlo y salir ilesos para contarlo, podría ser peligroso...

[Yo]: Eh... si, de todas formas lo quiero.

[Dependienta]: Bien... entonces es tuyo, chico... son 30 euros.

30 euros, diez mas que los de aquella oferta... pero no se porqué, sin darme cuenta ya estaba sacando un par de billetes de la cartera y poniéndolos en el mostrador, aún sabiendo que podia encontrarlo más barato, y viendo que en la carátula ponia Demon's Souls, pero no se parecía para nada a las que había visto, no sabía lo que estaba haciendo. La luz volvía poco a poco, pero el ambiente siempre estaba en penumbra.

[Dependienta]: Estupendo... Ahora, te daré información sobre tus hermanos de la Guardia de la Noche antes que desembarques con ellos

Un momento... ¡¿Guardia de la Noche!? Pero si eso es... ¿qué significa esto, que...?

Poco a poco, sus palabras iban variando de tono, no entendía bien lo que decia, poco a poco el escenario iba cambiando. Es entonces cuando me he despertado y me he dado cuenta de que todo era un sueño.

Son muchas las nuevas modas que se instauran día a día en nuestra extraña sociedad. En el ámbito al que nos dedicamos todos los que pululamos por estos lares, la industria del videojuego, se pueden hacer bastantes distinciones entre tipos de jugadores,  aunque esto es algo ya bien sabido. Pero, damas y caballeros, olvidaos de cosas como el hardcorismo de mercadillo, los gafapastas criticones, la moda casual, no, todo eso es cosa del pasado. Llega una nueva generación: Los Gamers que no amaban los videojuegos.

Generalmente, podríamos llamar gamers a los que se dedican al género de forma periódica y que al menos tienen un mínimo de conocimiento sobre su supuesto hobby. Los años avanzan y la gente cambia, las modas también proliferan, e incluso las denominaciones que entran en el ámbito “friki”, por llamarlo de alguna forma, consiguen bastante populares, consagrando a más y más personas dentro de estas tendencias. Los videojuegos no se quedan atrás, y más allá del casualismo y las generaciones novatas en general, comienzan a aparecer este nuevo tipo de jugadores. Más que gente que juega asiduamente y no ama a los videojuegos por pura tendencia, podríamos apodarlos “Gamers de pacotilla”, o directamente hipócritas.

Ya no solo en este hobby, el hecho de dejarse llevar por este tipo de movimientos denota una grave falta de personalidad. En otros casos podemos descubrir que este ámbito nos atrae, nos produce una curiosidad más allá del hecho de que bastantes personas en la actualidad le den caña al mando.



Los verás manejar y avanzar en los juegos como auténticos inútiles, haciendo caso omiso al argumento si es que hay, sin siquiera gastar un mínimo de tiempo en aprender controles o elementos básicos, pero que en cuanto les des la espalda les verás opinar y defender su punto de vista (el cual no es más que un batiburrillo de lo que han podido leer por ahí) como si les fuese la vida en ello, en un intento de demostrar ante los demás que saben de lo que hablan, pero dejándose en evidencia a ellos mismos como único resultado. De hecho, incluso despreciarán cosas de las que apenan conocen datos, y prácticamente solo jugarán a algo que lleve un renombre… publicitario. Su único objetivo es hacer ver al resto que ellos también juegan como los demás, que también son jugadores, pero ni siquiera llegan a la suela de los zapatos de más de uno. Cuando realmente sufrirás es cuando veas a uno de ellos “descubrir” algo que no habían visto en toda su vida y proclamarlo a los cuatro vientos, utilizándolo como un recurso recurrente a la hora de dar su punto de vista sobre cualquier cosa, pese a que tenga poco o nada que ver.



En fin, esto definitivamente es lo que le faltaba al mundo de los videojuegos. Ya no es el hecho de que vivamos en una época en la que la gran mayoría de juegos ya no se hacen con “alma”, con el mismo sentimiento y ambición que antaño, amén de dejarse llevar casi únicamente por temas económicos (es un negocio, si, pero hasta cierto punto). El problema ya no radica solo en las empresas, ahora también se extiende entre los mismísimos usuarios, en unos tipos de consumidores que se dejan arrastrar sin más, con un conocimiento no más allá de las opiniones ajenas globalizadas.

La falta de criterio, el arrastre de la masa, carecer de la experimentación de esa sensación de disfrute, descubrimiento, sorpresa o valoración de cualquier juego tal y como lo hacemos otros... Si esos factores acaban desapareciendo, ya no se que nos quedará, más allá de una industria hueca, vacía por dentro, que puede llegar a dar de lado (más aún) a los jugadores de toda la vida en pos de este nuevo público, que pretende dar la voz cantante en más de una ocasión.



¿Cómo alguien puede auto-proclamarse fan acérrimo de “X” si apenas tiene conocimiento sobre ello? ¿Cómo puede compararlo con otras cosas que no ha tocado en su vida? ¿Cómo puede ir nombrándose a sí mismo como un jugón si realmente no le gusta el mero hecho de jugar?

Seguramente, una de las mejores intros habidas y por haber.

Wario Land 4 es uno de esos juegos que difícilmente se olvidan, sobretodo cuando ha sido para muchos el primer cartucho de sus GBA. Desde pequeño, la saga siempre me había maravillado, y esta nueva entrega que descubrí de una forma inesperada en una revista cuando ni siquiera conocía la existencia de la nueva GBA. Me quedé a cuadros al ver unas capturas de un nuevo juego del arrogante aventurero amarillo, con unos gráficos notablemente superiores a los de GBC.

consumido por la emoción, compré el juego un par de semanas antes de tener la codiciada consola (de la cual guardo un oscuro y terrible secreto, pero esa es otra historia), releyendo una y otra vez el manual. La verdad es que recuerdo como me dejaba los ojos, y es que no se como podíamos jugar con portátiles carentes de retroiluminación.

Con el tiempo esta entrega cayó en el olvido, pese a que le había dado muy buenos tientos a lo largo de los años. Hacía muchísimo tiempo que no tocaba un juego de Wario, hasta que hace un par de semanas, me dio por rejugar la primera entrega de todas, Super Mario Land 3: Wario Land. Esto me llevo a toquetear el resto de juegos y a hacer un ranking mental, del cual sigo sin aclararme. Me di cuenta de que no valoraba demasiado la cuarta entrega, aun con el cariño que le tenía, así que decidí jugarlo en mi DS. Menudo gustazo.

Con el paso del tiempo, mi visión de los juegos ha cambiado notablemente, y con Wario Land 4 no es una excepción. A cada fase que supero, me doy cuenta del genial diseño de niveles que llevaron a cabo en esta entrega, pese a que el desarrollo pasó a ser un tanto más lineal. La verdad es que es un juego en ocasiones perturbador. Su sentido del humor tan bizarro puede llegar a ser un tanto paranoico, incluso trollea de mala manera al jugador (Al Sound Test me remito, que no es más que una colección de sonidos perturbadores aderezados con imagenes carentes de sentido y fotos del staff del juego disfrazados de Wario), lo cual lo hace aún más grande. El diseño artístico no está nada mal, así como las animaciones, amén de que su BSO también es bastante peculiar, aunque no me agrada la selección de instrumentos de algunos temas o incluso algún que otro efecto de sonido (aunque algunas de las voces digitalizadas son la risa), en ocasiones, se nota que fue uno de los primeros juegos de la portátil.



En definitiva, Wario Land 4 es una joya bastante tapada al público ya que carece de la popularidad de algunos de sus semejantes, incluso en el propio catálogo de GBA. Un juego extraño, pero divertido a partes iguales.