Publicado: 14:07 15/09/2014 · Etiquetas: Xenoblade, la entrada que hizo vomitar a Kamek Koopa, ¡O! · Categorías: Análisis : Videojuegos
Hace ya bastante tiempo que he estado saltando de un extremo a otro en cuanto a géneros y tipos de experiencia a la hora de ponerme con un juego, y ha sido poco a poco cuando me he ido decantando por un tipo de juego cada vez más extenso y dedicado. Muchos títulos que iban al grano, breves pero directos, han ido dando lugar en lo que llevo de año a cierta tendencia a intercalarlos con cosas más densas y sobre todo inmersivas, ya fuesen viejas o nuevas: Super Metroid, Diddy's Kong Quest, e incluso Persona 3 FES (que el pobre quedó aparcado por culpa de los estudios). Ya el año pasado, cuando empecé cada vez más a añorar este tipo de experiencia me tentó la idea de empezar un juego que durante bastante tiempo estuvo en boca de muchos y del que había oído tanto cosas buenas (demasiado buenas para lo que es tal vez) como otras tantas malas; Aquel juego era Xenoblade. Antes que nada, agradecer al manito Tortus (Vicodina) el patearse varios centros comerciales de su ciudad para encontrarlo y mandármelo ya que el juego ya no existía en mis alrededores. Aún con todo su esfuerzo, mi plan original era empezarlo aquel verano... pero por unas cosas u otras acabé dejandolo precintado mucho más tiempo. Un buen día un amigo al ver el juego me preguntó que por qué lo seguía teniendo sin estrenar, así que nos pusimos al lío y lo pusimos en una Wii simplemente para ver cómo era. La cosa no fue mucho más allá del prólogo, intentando comprender el en un principio extraño sistema de combate y ver cosas prometedoras como los dos Dioses y la batalla entre los habitantes de cada uno de ellos... así como tal vez un protagonista un poco soso junto a un amigo calcado a Garet de Golden Sun (o a Waka de FFX, según se prefiera). Después de eso el juego se quedó en su caja... hasta ahora. Una vez empecé las vacaciones me decidí a empezarlo, y desde entonces he estado jugandolo hasta que lo acabé hace apenas un par de días, acabándolo justo a tiempo para el final de estas con el marcador señalando unas 68 horas. Tras terminarlo, puedo decir que no esperaba para nada que un juego como este, siendo un JRPG en el que se remarca la 'J' cuando tengo una especie de relación complicada con el género, fuese a llegar a transmitirme tanto como para considerarlo un título especial al margen de todos sus fallos. He de decir que pese a como pueda sonar esto, no creo que Xenoblade sea la Obra Maestra impecable que se pregona tanto. Con esto quiero decir que objetivamente no me parece un juego perfecto, que no me parece de 10... pero pese a ello, sí que lo considero un título muy especial y desde luego digno de admiración en cierto modo. Una de las cosas que más me han llamado la atención es el hecho de que uno puede jugar a Xenoblade como realmente le apetezca. Todo está pensando para que los impacientes que quieran avanzar en la trama lo hagan sin muchos problemas ya que las misiones secundarias son puramente opcionales, mientras que otros preferirán recrearse más en los escenarios o simplemente recorrerlos en su totalidad antes de avanzar hacia el siguiente destino haciendo o no tareas de por medio o bien hacer un alto en cualquier momento para hacer las que de verdad te interesen, así como la posibilidad de los más completistas de hacer todo lo disponible en el momento en vez de seguir con la aventura, ofreciendo incluso una tarea secundaria bastante gorda que a su vez desbloquea más misiones. Ya que estoy con ello, hablaré de lo espinoso que me resulta todo el asunto de las misiones. Lo primero que hay que remarcar es el hecho de que, como ya he dicho, son opcionales en su totalidad (aunque no quita que algunos objetivos a la hora de avanzar se señalicen como “misión obligatoria”) por lo que nadie está obligado a hacerlas si no quiere, que ya de por sí dice bastante, pero creo que el juego sabe recompensar a los que se molestan en cumplirlas sobre todo en forma de experiencia y un aumento considerable en afinidad, evitando el farmeo innecesario para subir de nivel (y que también pasa al explorar, pero eso lo dejo más adelante), por lo que es altamente beneficioso el aceptarlas y cumplirlas además de ahorrarte muchas horas de batallas innecesarias. Uno de los mayores problemas que se me antojan es que la gran mayoría tienen objetivos bastante genéricos o que bien no suponen nada especial (me refiero a las del palo “mata a X monstruos, consigue X materiales”, etc) y que tristemente son de las que más abundan… pero curiosamente tras esta capa superficial existen ciertas misiones que conllevan pequeñas historias de distinta índole entre NPCs (de hecho existe un enorme árbol de relaciones… pero personalmente me es bastante difícil conectar con la mayoría de los NPCs que habitan del mundo del juego, siendo la mar de genéricos en general, y más viendo que juegos como Majora’s Mask lo hacían infinitamente mejor en este sentido, también por el hecho de que su entorno se reducía principalmente a una ciudad principal bastante condensada) o qué bien se integran con el trasfondo o sucesos de la zona ya sea en forma de una sola misión, una cadena de varias o incluso dos misiones que se superponen la una a la otra, pudiendo obtener resultados distintos según cumplamos unos u otros requisitos. La forma en que está organizado este sistema junto a la enorme cantidad de tareas “basura” que tapan por completo a las que de verdad merecen la pena acaban disuadiendo a más de uno a pararse a completar las distintas misiones propuestas en cada zona… pero, de nuevo, al mismo tiempo ocurre algo curioso: Estas misiones superficiales, de relleno, basura o como quieran llamarse se completan de forma bastante fácil y de hecho más de una vez las acabarás completando de forma automática al investigar la zona ya que es cuestión de tiempo que te topes con el enemigo o material en cuestión, además de que en su mayoría estas tareas no suponen la molestia de tener que volver a hablar con la persona que la originó (que no quita que ocurra en alguna que, normalmente las que suponen conseguir cierta cantidad de una variedad de materiales distintos). Creo que el juego no llega a explicar bien cual es la forma de proceder de cara a cumplir las misiones, siendo lo mejor aceptar todas y cada una de las que veas para que se vayan cumpliendo ellas solas y den paso a las que de verdad merece la pena dedicarse, por lo que uno puede acabar cogiéndole bastante tirria a este aspecto del juego. También hay que decir que uno de los problemas generales del juego afecta a esto, concretamente al listado de misiones, aunque más bien acaba siendo algo general: Me refiero a la interfaz de los menús, que a mi gusto no me resulta todo lo clara y accesible que debería, habiendo secciones algo liosas y que sobre todo da lugar a uno de los puntos más negros del juego: Un inventario completamente caótico. Aunque realmente es algo que tiene una solución más bien fácil (y que estoy seguro de que Xenoblade X se ocupará de pulir todo lo que pueda), personalmente me parece un fallo gordo en este tipo de juegos. Además de esto, no sé si les habrá pasado a otros pero hasta prácticamente la mitad final del juego no entendí como iba todo el tema de las gemas y su refinado pese a la cantidad de tutoriales opcionales que hay. Finalmente acabé por comprender del todo las gemas, pero no así su elaboración, que finalmente se redujo a hacer que Shulk y Dunban hiciesen el trabajo sucio y fastidiándome si el resultado no era bueno. Otro tema que, pese a convencerme bastante, le falta un “algo” es el sistema de combate. Se siente ligero, dinámico y directo, lo cual es algo que juega muy a favor de un JRPG a día de hoy cuando los combates por turnos y sobre todo los encuentros aleatorios se hacen cada vez más y más difíciles de tolerar tanto para nuevos como curtidos en el género; Las artes son fáciles y divertidas de ejecutar gracias a los efectos añadidos que suponen el tener que golpear al enemigo por un lado u otro o bien bajo ciertas condiciones, así como el tener que jugar un poco con las distracciones para poder asestar un golpe mortal mientras otro miembro del grupo, además de que los ataques en cadena ofrece un sistema de combos la mar de interesante que al mismo tiempo dependen del nivel de colegueo de los miembros del grupo; El sistema de predicciones suponen enemigos bastante más fuertes de lo normal a cambio de poder evitar una muerte segura, pudiendo usar tanto las artes de Monado como avisar a otros compañeros a cambio de un buen pedazo de barra de afinidad para salir airoso, lo que acaba traduciéndose en una tensión y complicidad en el grupo que le da más emoción, además de que cada miembro del grupo tiene unas mecánicas propias que hace bastante interesante el cambiar de líder y por tanto de personaje manejable, teniendo que comprender sus artes y como funciona su habilidad principal siendo la más compleja de todas ellas la de Melia; También me parece una idea genial el que los personajes, participen o no en batalla, adquieran experiencia, ahorrando un tedio enorme en tener que subir de nivel a cada uno de ellos y poder rotar el grupo como uno prefiera o la situación lo requiera, así como la posibilidad de poder revivir a un personaje si es noqueado a cambio de nuevo de un slot de la barra de afinidad y el hecho de que no hayan objetos utilizables en plena batalla, dependiendo completamente de las artes, suponiendo todo esto en cierto modo un desafío a las convenciones del género que se agradecen bastante y que refuerzan el curioso sistema de combate. Por otra parte hay algo que es un poco menos bonito y que tal vez sea un poco personal, pero echo en falta el exigir tácticas de verdad para los jefes. Al final, estas batallas se reducen a spammear las artes todo lo que puedas y más además de usar el viejo truco de la distracción, concentrando la emoción en las predicciones y el evitar que tus compañeros caigan bajo ataques demoledores que ponen en peligro a uno, dos o a los tres miembros del grupo. Es cierto que todo lo que plantea el sistema es interesante, pero me he quedado con las ganas de que profundizase en este último aspecto y es junto a la aleatoriedad de los momentos en que ha de pulsarse un botón lo que hace que el sistema no me parezca del todo perfecto (Eso sí ¿He mencionado que la IA de los personajes salvo tal vez Melia me parece bastante decente?). De todos modos, todo esto se puede englobar en lo que he dicho en un principio: Xenoblade permite jugarse como uno quiera. Ya no va por las misiones o como afrontar los escenarios o el avance general, sino también por lo dicho en cuanto a cosas como el sistema de gemas o el combate. Creo que es completamente posible acabar el juego sin aprender de dominar o entender por completo estos aspectos, y la verdad es que me parece un poco mal que pese a todos esos tutoriales que tiene el juego no acabe de explicarse del todo bien, pero a la hora de la verdad el juego no solo permite profundizar más de lo que aparenta sino que recompensa al jugador que lo hace. Es por ello que pese a los fallos o temas un tanto cuestionables me parece loable como se ofrece una experiencia distinta a cada uno según la forma en la que afronte el título, siendo todas ellas válidas aunque algunas de ellas más gratificantes que otras, aunque esto es algo que también dependerá de los gustos de cada uno. Si hay algo que de verdad me gustaría elogiar de Xenoblade es su mundo. No son sus personajes, ni su sistema de misiones, ni su combate lo que te impulsa a seguir adelante en el juego con ilusión... son Bionis y Mekonis, su universo en general, lo que de verdad dota de una fuerza sentimental increíble al juego y lo que mantiene al jugador con una expectación constante por recorrerlo de cabo a rabo, queriendo entender qué es lo que hay detrás de cada zona a distintos niveles, descubrir todos sus secretos o simplemente recrearse con la belleza o misticismo de los distintos parajes que pueden visitarse a lo largo de toda la aventura. El empeño en cimentar el juego en base al pilar que supone su mundo es bastante palpable desde el principio, con zonas enormes pero siempre con algo qué hacer, siempre con un objeto, un enemigo o un camino nuevo hacia un trozo de área en cada rincón, así como algo tan en principio simple pero simbólico como el hecho de que el descubrimiento de zonas, marcadores y áreas secretas den una cantidad considerable de experiencia y puntos de artes, fomentando y no solo recompensando la exploración sino ahorrando como ya pasaba con las misiones un tedio innecesario en forma de combates para mejorar a tus personajes. Desde una perspectiva más técnica creo que el diseño de las zonas resulta impecable, da gusto recorrer sus distintos caminos y descubrir cosas nuevas por esos parajes naturales (y otros no tan naturales) tan bien integrados en el mundo que desde Monolith se han sacado de la manga, así como el cuidado en algo tan nimio como es la colocación de los enemigos, con los que se siente que la mayoría están de verdad en su hábitat natural. Decir además que me parece admirable lo que han conseguido con Wii, ya que pese a que el juego presenta bastantes defectos o carencias (sobre todo en personajes) debido a la poca potencia de la consola se las arregla para mostrar escenarios increíblemente grandes y repletos de detalles con una belleza asombrosa; No me quiero ni imaginar de lo que habrían sido capaces técnicamente en una consola de más potencia (bueno, en realidad sí que puedo y para una muestra de ello ahí está Xenoblade X) y la verdad es que da un poco de lástima el pensar que Xenoblade podría haber sido aún más bello todavía. Aún me sigue pareciendo increíble cómo han logrado construir dos mundos completamente únicos en el cuerpo de dos Titanes, constituyendo cada zona de su cuerpo toda una región completamente distinta a la anterior. La sensación de solemnidad es algo constante durante toda la aventura, y esto se refuerza más aún gracias al trasfondo del que han dotado a ambos colosos y que poco a poco va destapándose conforme avanzamos en la trama, que no para de expandirse hasta el final mismo con más de una revelación que puede dejar algo descolocado. Ya que la menciono, la trama en términos generales me parece cumplidora. Posiblemente su mayor defecto es que tras el prólogo y los sucesos que motivan a Shulk y compañía a emprender el viaje por Bionis, la trama no arranca del todo hasta poco antes de la mitad del juego, lo cual puede desanimar a más de uno. Por otra parte, también hay cierto punto previo a ese punto de inflexión que puede aburrir y que cae en algún que otro tópico tanto japonés como occidental que deja un regusto un poco amargo... aunque al menos lo que viene después lo compensa sobradamente. Tras estos fallos, creo que el argumento es en general disfrutable, con bastantes giros y situaciones en ocasiones esperables que aún así logran impresionar (personalmente he de decir que uno de estas cosas esperables no la vi venir pese a que el juego te da pistas), así como otros que si que no se ven venir. En general, lo que más juega a su favor es de nuevo el mundo y su trasfondo. Por otra parte, he de decir que algunos diálogos de ciertas escenas me parecen más bien flojos, debido más que nada a los personajes del juego. Este me parece un tema complicado al igual que el de las misiones: Salvo los villanos que son los que claramente salen ganando en este aspecto (personalmente me quedo con cierta cara, cuyo personaje le debe bastante a su excelente actor de voz), tanto los personajes del grupo como los de fuera pueden acabar siendo un poco planos o bien demasiado tópicos en cuanto a personalidad, siendo para mi los más destacables del grupo en este aspecto Dunban y Riki; Mismamente Shulk, el protagonista, resulta algo soso y "débil" pese a que poco a poco va haciéndose algo más fuerte y seguro, como en tantas otras historias, y que finalmente resulta un personaje bastante más interesante a nivel icónico y sobre todo por lo que le sucede (en esto último creo que es de verdad donde destaca el personaje e incluso me parece que justifica su personalidad). Lo gracioso es que, pese a todo esto... el grupo acaba siendo entrañable. Es algo que me sorprendió bastante en los últimos compases del juego, donde experimenté esta sensación, y es que aunque Reyn sea un tópico con patas, Sharla sean tetas con patas y Melia una princesa rancia, al final acabas valorándolos como la piña de amigos que forman. No solo durante las batallas no paran de hablarse los unos a los otros, incluso integrando la simple acción de "animar" como un concepto jugable, sino que en las escenas queda bien patente el hecho de que son un grupo de gente de sitios muy distintos que acaban por hacerse compañeros que tras pasar las mismas penas no podrían estar los unos sin los otros. Sí, es cierto que otros juegos llevan este tema mejor (la saga MOTHER o el mismo Persona 3 crea lazos bastante más fuertes dentro del grupo, también por el hecho de que los personajes que los integran están más trabajados o bien las sensaciones van más allá), pero sí que creo que lo que se da aquí es algo que está por encima de la media en el género y que me parece más loable aún cuando te das cuenta de ello cuando los personajes de por sí no te han parecido gran cosa. Lo único que me queda por comentar del juego es su BSO... pero como muchas otras veces, siempre me acaba pasando lo mismo, y es que me resulta bastante difícil expresar con palabras la calidad de la música y más si uno puede escucharla y valorarla por sí mismo tanto fuera como dentro del juego: Los temas de combate son absolutamente sensacionales y dan ganas de seguir peleando una y otra vez, los que suenan en los escenarios ambientan de forma genial y los de las escenas me parecen más que destacables (sobre todo ese ‘Confronting an enemy’, sonando en algunas de mis secuencias favoritas), cosa bastante extraña en mi, junto al precioso tema del epílogo. En definitiva, con sus más y sus menos, Xenoblade me ha conquistado. Una vez los créditos saltaron no pude hacer otra cosa que echar la vista atrás y recordar todo lo que había pasado hasta llegar a la conclusión final; “Menudo viaje” fueron las palabras que se me pasaron por la cabeza. Estoy al tanto de que algunos no logran disfrutar este juego debido a que no casan con lo que propone el título o no acaban de verle la gracia a como están construidos los escenarios, además de los que no pueden tolerar a los personajes que… pero creo que, ya que el juego permite superarse de la forma que uno quiera y a no ser que no se pueda tragar con el género, todo el mundo que se vea con un mínimo de ganas debería empezar y acabar este viaje. Y es que da gusto ver un juego que, pese a no ser perfecto, rebosa alma y dedicación en su mundo así como en su forma de proponer una aventura de verdad. 15 comentarios :: Enlace permanente
Comentarios: (del primero al último) 15:05 15/09/2014
Buen análisis pero lo de que los jefes no tienen estrategia no es del todo cierto. Yo me lo he pasado dos veces, una a saco sin secundarias y otra a por el 100%. Si es cierto que en la del 100% los jefes eran una piñata, en la que iba a saco los jefes te mataban con facilidad si no "seguías su juego", ya fuera usando el arte de Monado necesario (anular para telethias, esquive para otros...), por no hablar de algunos "jefes de mundo" opcionales, que te podían obligar a cambiarte las gemas y el grupo en sí. Dicho esto, estoy de acuerdo en todo lo de que el universo del juego, formado por los dos titanes, es lo más icónico y motivante del juego, y por eso no me da la sensación de que Xenoblade X se llegue a acercar al juego original... pero quien sabe, Monolith puede sorprendernos. 15:53 15/09/2014
Si me lo llegas a pedir te lo hubiera regalado. Un juego muy bonito pero me aburrió tela, los JRPG no son lo mío. 15:56 15/09/2014
Concido en muchas cosas que comentas, y en que personalmente tampoco lo considero una obra maestra, ese ralgo solo estarian los Galaxy en la generación pasada, pero creo que estaria cerca, y de forma especial en los tiempos actuales del genero, donde en mi caso ha sido una luz de esperanza y alegria. Y es que en su generación, ni antes ni después ningun JRPG me ha sastifecho ni llenado tanto ni de con tana intensidad en conjunto que Xenoblade. En estos ultimos tiempos, solamente Persona 4 ha logrado lo mismo en mi caso a cuanto al genero, en que tanto Xenoblade como Persona 4 me parecen los JRPGS mas importantes, solidos y redondos en casi cada aspecto a un nivel de excelente medio para arriba en estos tiempos, y los unicos que podrian ser dignos de mención y referencia obligada de lo que haya podido jugar en los ultimos 6 años a mi parecer sin duda. Un golpe maestro y una masterclass a mi parecer de como deberia ser un JRPG en la actualidad, aun con esos fallos y aspectos claramente mejorables que comentas,y en que Monolith hizo una lección magistral haciendo sin duda el JRPG mas ambicioso e incoformista en una maquina que no era HD y inferior a PS3 y a Xbox360, en que viendo el ejemplar resultado, deja en evidencia a mi parecer a Square-Enix con la trilogia de FXIII y da un toque de atención a la situaci´ñon, creo, del genero en las consolas HD en 2010 y tal como hizo Atlus en 2008 cuando sacó Persona 4 para PS2. Un saludo. 16:11 15/09/2014
A buenas horas, ahora a por el próximo JRPG. 16:28 15/09/2014
Genial analisis, para mi fue como volver a mi niñez (16 bits/Snes) o adolescencia(32 Bits / PSX) y volver a disfrutar de un RPG legendario. 17:00 15/09/2014
Ahora escribe la misma review sin usar el teclado y con el monitor apagado. :lol: 17:17 15/09/2014
Las 12 horas peor invertidas de mi vida. 20:23 15/09/2014
Me alegro de que te haya gustado tanto. Yo también estoy de acuerdo en que lo mejor con diferencia es el mundo que han creado y las ganas de descubrir qué hay tras la siguiente colina. En mi caso recorrí fácilmente el 95% del mapa del juego por puro placer, y me parece genial que me dieran experiencia para no tener que hacer tantos combates (aunque también me encantan, pese a su simpleza). La OST es una maravilla que sigo escuchando a día de hoy y, la historia, pese a ser muy predecible la mayor parte del tiempo (menos en las fumadas de las últimas horas), sabe meter emoción gracias a lo curradas que están las escenas y a la música. Respecto a lo de las gemas y los tutoriales, yo creo que es algo que pasa con el género globalmente, porque he perdido la cuenta de los JRPG's en los que no entiendo nada aunque me lo expliquen, y han de pasar muchas horas hasta comprenderlo. Diría que lo hacen a posta para que tengas que experimentar, y me parece bien. Para acabar, diré que la grandeza de este juego no se basa en que haya tenido menos competencia dentro de su género en esta generación, porque yo voy jugando muchos de PS2 y algunos de PSX y creo que mantiene el tipo perfectamente y que habría sido muy bien valorado en generaciones pasadas. 21:00 15/09/2014
Un juego legendario, sin más, de esos que se van a recordar en una década o dos como uno de los máximos exponentes, de eso estoy seguro. 03:15 16/09/2014
Ahora entiendo que a Kamek y compañía les molestase que hablara de Xenoblade en el post del smash cuando ellos lo hacen miles de veces xDD Mi juego favorito ever. Qué bueno que es el cabrón. 05:04 16/09/2014
Genial análisis, muy bien pensado. Aunque para mi, es una obra maestra :P 17:46 16/09/2014
Detrás de Persona 4, el mejor JRPG que ha salido de Japón en los últimos años... Muuuuchas ganas de ver el de WiiU. 23:17 16/09/2014
Magnifico texto de un juego genial. De acuerdo en prácticamente todo, a mi también me fascina el mundo que han conseguido crear y aunque el juego sea imperfecto tiene esa magia que en mi opinión las grandes compañías del género del pasado han perdido. 14:32 17/09/2014
Grandisimo juego que jamás podré olvidar, y la razón principal por la que WiiU sea mi elección. No podría soportar perderme su continuación espiritual. 15:49 20/09/2014
Yo tampoco podré olvidar fácilmente Xenoblade, aunque lo intentaré con todas mis fuerzas. Con una dilatada experiencia en el género -y diversos subgéneros- no puedo llegar a comprender cómo algo que suena tan TREMENDAMENTE BIEN en papel, acaba convirtiéndose en una experiencia tan mal desarrollada. Todo lo que empezó siendo prometedor y fascinante acabó convirtiéndose en una enorme laguna de ponzoña que sustraía mis fuerzas y ánimo para continuar. No puedo, siquiera, culpar a un único elemento o característica, ya que cuanto más profundizaba y conocía sus entresijos, más lo detestaba. Participa con tu Comentario:
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