En primer lugar, y para evitar males mayores, he aislado a Aonuma para que sólo pueda meterle mano a un juego: el suyo. Y con “el suyo” me refiero al único título que ha creado, Marvelous: Another Treasure Island. Después de trabajar en su secuela, debo decir que el resultado es bastante notable. El hombre tiene buenas ideas, pero con el tiempo ha perdido la capacidad de aplicarlas bien en el contexto de Zelda; sin embargo, en cuanto le he dado mano libre para hacer lo que quisiera en Marvelous 2, han salido cosas bastante interesantes. Parece que todo lo que hacía falta era darle algo con lo que experimentar sin que hubiera peligro de destrozarlo.


Otro al que había que quitar de la ecuación era a Sakamoto. Después de las ampollas que ha levantado su último Metroid, se me ha ocurrido que para malgastar el tiempo convirtiendo a Samus en una niñata llorica, lo mejor era que se dedicara a una historia de instituto. Dicho y hecho, lo he puesto a currar en Famicom Tantei Club 3. La desaparición de Cing ha dejado un hueco importante en el apartado de aventuras conversacionales, así que este proyecto ha hecho mucho bien contentando a los amantes del género, y el hombre se ha podido explayar explorando los sentimientos y la psique de quien le diera la gana.


Entonces ha sido el momento de coger ayuda de fuera. Mucho tiempo después de su aventura en solitario, era el momento de que Yoshi volviera a la palestra junto a los suyos y se marcara un buen plataformas, así que consulté las opciones y elegí al mejor candidato para ello. Good-Feel hizo un estupendo trabajo con Wario y Kirby, así que el Crayon Yoshi que me han hecho no podía ser menos. Aunque el sublime apartado artístico lo hace parecer bastante simple, el diseño de niveles es excelente y no dudo de que gustará a fans y crítica por igual, aunque palidece en comparación con el mítico Yoshi’s Island de Super Nintendo.


En eso salta un evento que reza “tienes una visita”. La hago pasar y el visitante en cuestión resulta ser el tito Sakurai, que llega con ganas de marcha. “Estoy pensando en rescatar a alguno de los personajes del Smash 4, ¿cuál te gustaría más?”. Geno es el primero que me salta a la cabeza, pero ya he ordenado a AlphaDream que lo incluya en el nuevo Mario & Luigi 4. Es entonces cuando me percato de la presencia de cierto caballero y la decisión se toma sola. Con el stylus pincho en la opción “Kaeru no Tame ni Kane wa Naru”, y un hilillo de baba se me escapa de la boca. Tal como hizo con Kid Icarus, Sakurai sabe captar la esencia del original y la mete en la batidora con otros elementos de cosecha propia para dar fruto a una aventura alucinante, llena de exploración y cosas por descubrir. Si Kirby es su Mario y Pit su Fox McCloud, está claro que Sablé es el Link de Saku-chan.


La cosa marcha bien: los pikmones se alegran de los rescates y los casuals descubren con asombro que hay vida más allá del fontanero rojo. La parrilla de luchadores del Smash Bros. me ha dado nuevas ideas y procedo a ponerlas en práctica. Con decisión, busco en la agenda de teléfono (decorada con pegatinas de los Rabbids, se nota que es un juego de Ubisoft) y me pongo en contacto con la gente de Koei. El cameo de Takamaru en Samurai Warriors 3 pasó bastante desapercibido, pero les gusta la idea de crear un nuevo Nazo no Murasame-jo, así que se ponen manos a la obra y el resultado es muy bueno. Además de la clásica jugabilidad de los Sengoku Musou, el juego permite un poco más de exploración como en los Zelda e incluye también un modo multijugador.


Y ya que ha surgido el tema del Japón feudal, se me ocurre que sería buena idea salvar Shin Onigashima. ¿Pero quién es el indicado para hacerlo? ¿skip Ltd.? Nah, cuando tenga un rato quiero hacer otro Captain Rainbow. ¿Genius Sonority? Ésos no harían un buen juego ni aunque les fuera la vida en ello. ¿Y si vuelvo a pedir ayuda fuera? ¿Capcom? Ni hablar, me acabarán llenando medio juego con DLCs. ¡Ya sé! Las páginas de la agenda vuelan de nuevo y encuentro el nombre que quería. Level-5, ellos sabrán manejar esto. En poco tiempo empiezan a llegar las primeras muestras, parece que ha sido un acierto.


Mientras los de Hino están ocupados, aparece otro mensaje. “Tienes una visita”. Esta vez, el visitante es nada menos que el director Hideki Kamiya, que viene en representación de Platinum Games para proponer un desarrollo conjunto. Lástima que no llegaras antes, hamijo, ya le he dado Star Fox a Retro. Antes tenía juego pero no desarrolladora, y ahora es al revés. ¿Qué le doy yo a este hombre? Repasando mentalmente los clásicos de la época, caigo en que hay un juego perfecto para él. Mach Rider volverá a correr por las carreteras y esta vez incluirá acción de la buena, creo que God Hand ha encontrado la horma de su zapato.


Como el Imagina ser Iwata es infinito y ya hay bastantes títulos en preparación, creo que voy a pensar en el último y a dejar el juego por ahora. Seguro que si aún estáis leyendo esto sólo queréis enviarme a freír monas. Next Level Games lo ha hecho muy bien con Punch-Out!! y acaba de terminar el Luigi’s Mansion 2, así que voy a ocupar el estudio con un nuevo Custom Robo. Tienen buenas ideas para remodelar la serie, y pronto surge una evolución del concepto, con combates más frenéticos e inmersivos a lo Z.O.E. o A.C.E.

Acabo de guardar el juego, ha sido divertido pensar en los nuevos títulos que podrían aparecer en el futuro. ¿Alguien más se lo ha comprado? ¿Cómo habéis aprovechado vuestro poder en la compañía?