Vila-real, algo más que fútbol

Hoy toca una entrada en plan reivindicativo. Últimamente en mi pueblo hay una severa preocupación por el futuro del Villarreal C.F. dentro de la liga española, debido a la incesante racha de malos partidos que ha jugado en esta temporada. Como aquejándose de lo que podría conllevar una bajada a segunda división, algunos comentan medio en serio medio en broma que se acabó el turismo, una afirmación que en parte me indigna. Y es que pensar que Vila-real cuenta sólo con el fútbol como interés turístico es una idea errónea que por desgracia se ha extendido a todas partes del país, cuando cuenta en realidad con un gran bagaje histórico y cultural que nada tiene que envidiar al de otros lugares de España mucho más famosos.

Para empezar, Vila-real fue el lugar de nacimiento de Francisco Tárrega, uno de los maestros guitarristas más importantes de la historia (hoy se celebra el 102º aniversario de su muerte) que compuso melodías tan bellas como Recuerdos de la Alhambra o Danza mora, ambas conocidas a nivel internacional. Es más, su pieza Gran vals es oficialmente el tema musical más escuchado del mundo, debido a que la casa Nokia lo lleva usando desde hace años como tono predeterminado para sus teléfonos móviles. Y siguiendo con el ámbito musical, resulta que es también hogar del célebre compositor Rafael Beltrán, que lleva décadas como miembro del departamento de sonido de Radio Televisión Española y es autor de sintonías tan famosas como la de Informe semanal, Estudio estadio y Otros pueblos, entre muchas otras.

El gran John Williams rindiendo homenaje al maestro Tárrega

Pero no acaba aquí la lista de personajes ilustres que viven o han vivido alguna vez en el pueblo. Empezando por el cardenal Vicente Enrique i Tarancón, que fue una figura importante como conciliador durante la transición de la dictadura al sistema democrático y que fue nombrado hijo adoptivo de Vila-real en 1969, tenemos a los poetas valencianos Carlos y Vicente Sarthou; los artistas Francisco Broch i Llop, Francisco Gimeno Barón, José Pascual Ortells y el discípulo de éste, Vincente Lloréns Poy; el botánico Manuel Calduch; la nadadora olímpica Yurema Requena; el humorísta gráfico Enric Arenós (QUIQUE); el actor Sergio Caballero y un larguísimo etcétera que no hace más que completar una gran lista de nombres igual de singulares.

Por supuesto, los famosos no son lo único que se puede encontrar en Vila-real (¡ni que esto fuera Hollywood!). Existen varios puntos de interés dignos de visitar como la Basílica de San Pascual, que cuenta con la campana de volteo más grande del mundo y el carrillón de campanas más grande de España (cosa que odio, porque vivo justo delante y hacen un estruendo demencial XD); la preciosa Ermita de la Mare de Déu de Gràcia y su paseo botánico; la llamada Torre Motxa, resto de la antigua muralla que contenía la villa; la Iglesia Arciprestal de San Jaime y su campanario, declarados bien de interés cultural por la Generalitat Valenciana; o, por qué no decirlo, la nueva biblioteca sin libros, que le hace la competencia en estupidez al aeropuerto sin aviones de nuestra vecina Castellón.

Entrada de la ermita, a las afueras del pueblo

Y para finalizar, dos anotaciones más: Vila-real es la cuna del gigantesco imperio Porcelanosa, que actualmente está un poco en declive por la maldita crisis, y también fue pionera en el mundo Wikipedia con el proyecto Vilapèdia, que se convirtió en la tercera enciclopecia digital de temática local en España y la primera de ellas redactada completamente en lengua valenciana. Como veis, hay todo un desfile de referencias que hacen de Vila-real un lugar de lo más notable. Espero haber aclarado que el fútbol no es ni mucho menos el único punto de interés de este pueblo que aunque a veces me pone de los nervios, en el fondo aprecio mucho.