Confesiones de un jugador: ¿Formato físico o digital?

Durante toda mi vida como jugador he experimentado sensaciones que sólo este mundo del videojuego ha conseguido transmitirme. Sensaciones únicas, que son las que me han obligado a seguir en este mundo, a amarlo e incluso en ocasiones a odiarlo.

Y es ahora cuando me decido a contar una de mis experiencias que no tiene nada que ver con un final ni con una BSO, más bien es una experiencia humana:



“En una lluviosa mañana de primavera allá por el siglo XXI me desperté como cualquier otro día, abrí la ventana de mi habitación dejando entrar las tímidas gotas de agua que se separaban del grupo mientras me disponía a coger mi café que sumado a un cigarrillo se juntaban para darme el placer diario de cada mañana.

Sonó mi móvil y sin esperanzas de encontrar algo interesante desbloqueé el teléfono y leí –Vodafone le informa que actualmente…- ¡Que pesados estos de Vodafone!, pensé.

Volvió a sonar y con menos esperanzas que antes abrí ese mensaje que cambiaría mi vida –Su encargo está listo…- Desde ese momento supe que ese día ya no sería normal. Se había adelantado uno de los encargos más importantes de mi vida, incluso hubo un momento que sentí miedo.

Sin pensármelo dos veces cogí mi maletín plagado de billetes (60€) y me dispuse a realizar la operación que llevaba esperando meses.

Corriendo hacia el lugar del trueque mientras me empapaba a causa de la fuerte lluvia me encontré con un obstáculo de camino –¡Mierda! ,pensé- y es que allí estaban frente a mí la mafia Pokémon (¿O era Pokeros?) no tuve tiempo para pensármelo así que valientemente pasé por su lado. Seguían mis pasos y recuerdo que uno me estaba pidiendo algo, pero yo no entendía su idioma. Creo que dijo algo como: -Shurmano, tehneih un sgarritoh?. Pero no tenía tiempo para sus planes maléficos, yo tenía algo más importante que hacer.

Por fin llegué a mi destino, desarmado y con la mafia esperándome fuera. Me acerqué al misterioso vendedor, tenía cara de inocente y buena persona pero, amigo mío, nunca te puedes fiar. –Hola, vengo a por mí encargo-. Le dije mientras enseñaba el mensaje del móvil. -Un momento por favor-. Me contestó mientras se metía en una pequeña sala oscura y misteriosa. –Aquí tienes- entregándome el encargo. Hicimos el trueque  sin vacilar, mirándonos a los ojos. Cogí mi tesoro con fuerza, sin siquiera mirarlo, estaba deseando llegar a casa y allí apreciarlo sin nadie alrededor. De pronto, cuando me disponía a salir el vendedor me interrumpe diciéndome –Recuerda que compramos tus juegos cuando te…- . –Está bien, no me interesa-. Le dije interrumpiéndole.

Conseguí encontrar una salida alternativa para no encontrarme con la mafia. Me quité el abrigo envolviendo mi preciado encargo en él para que no se mojara de la fuerte lluvia que no cesaba.
Llegué a mi casa y por fin pude apreciarlo, le quité cuidadosamente el plástico en el que venía envuelto y no pude evitar acercar mi nariz al objeto oliéndolo como si no hubiese mañana.

Cogí el disco que venía dentro y lo metí con mucho cuidado apreciando su estado impoluto. Mientras cargaba me saltó un mensaje en la pantalla del televisor preocupante…-Es necesaria una actualización-. –¡Mierda!, pensé, tendré que esperar-.

La espera finalizó al fin. Y echando de menos un sonido fijé la vista hacia mi ventana, al parecer la lluvia cesó. Pero en ese mismo instante sonidos de agua chocando contra el suelo volvieron a aparecer, pero en mi ventana no llovía, el sonido venía del televisor anunciándome lo que estaba por llegar, un Heavy Rain…”



Sobre como continúa la historia hoy no es momento de hacerlo. Hoy es el día para hablar sobre el formato físico y el digital.

¿Nostalgia vs comodidad?
He aquí la cuestión, el formato digital está cada día más presente en nuestras vidas de jugador, llegando a cosas como juegos en la nube o plataformas dedicadas a la distribución digital de éxito como Steam, con precios muy competitivos.

Creo que todos estamos de acuerdo que la compra digital es más cómoda para todos, sobre todo porque se ahorran los desarrolladores muchos intermediarios o distribuidores que hacen que un juego que cuesta 60€ tenga que pasar por muchas manos y un modelo de negocio para muchos algo anticuado.
Ahora bien, como cuento en la historia, uno de los sentimientos más significativos que me ha dado este mundillo es el procedimiento de señalar en un calendario ese día que sale x juego, reservarlo y finalmente acercarse a la tienda y conseguir tu esperada copia.

Oler las instrucciones (puede sonar raro, si xD) sacar el disco y observar su buen estado, coger la caja y dejarla cuidadosamente en la estantería son cosas que a mí, y creo que a muchos, nos encanta hacer.
Por ejemplo ese momento en el que llega a casa un amigo y sacar pecho cual macho dominante mientras aprecia tu extensa colección es una de las cosas más curiosas que he experimentado.



(No es mi habitación, por si acaso xD)

No sé qué pensaréis, pero yo soy bastante negado a gastarme dinero en algo que no es físico, ya sea por costumbre o por afán de coleccionismo.

La solución a medio/largo plazo no sé cual sería pero yo optaría por mantener activos los dos formatos, siendo el digital el “barato” y el físico el caro que ofrezca algún extra de contenido. Implementando lo digital como la edición normal y lo físico como una edición de coleccionistas, por ejemplo.
Aunque tampoco sé si funcionaría, la verdad. ¿Qué opináis vosotros?