Welcome, stranger...
Publicado: 21:08 25/02/2013 · Etiquetas: 64, juegos, nintendo, nostalgia, rejugadas · Categorías: What am I playing?
Estoy preparando una serie de entradas sobre un juego de N64 muy especial que me he vuelto a pasar hace poco. Lo bueno es que, en esta ocasión, ha pasado muchísimo tiempo desde la última vez y por lo tanto no lo tenía nada fresco (dejando a un lado que lo he tocado menos veces que otros); y por otra parte por fin tenía la capacidad de observación y madurez suficientes como para ver y entender todos sus mensajes y detalles.

Es un juego que merece un trato fuera de lo común, y por ello he querido gastar en él y dedicarle mucho tiempo. Ya que al fin y al cabo, tanto dentro como fuera de este título, nunca se tiene suficiente.

Secreto: (Pincha para leerlo)

Publicado: 22:13 01/02/2013 · Etiquetas: 64, juegos, mecagoenmicrosoft, nintendo, nostalgia, rare, rejugadas · Categorías: What am I playing?
Quienes me conozcan bien sabrán que llevo un tiempo desencantado con Nintendo (y quienes no tienen cierta entrada disponible para hacerse una idea), aunque más bien es con la industria en general. Hoy en día son escasos los estudios con talento brillante, poco frecuentes los juegos que se ganan el estatus de GOTY a pulso, y si ya hablamos de obras originales y rompedoras fuera del ámbito indie que pasen de las modas de "refritos/chuters/marines calvos/millardos de sangre hasta por caminar", estas son más inusuales que un pokemon legendario. Y lo más triste es que pocos tienen los pokecojones de apoyarlas, tanto desarrolladores como consumidores.

Hubo un tiempo en que esto no era así. Hace unos años (tampoco demasiados) no había esta carrera frenética y enfermiza por sacar lo mismo de siempre con furfagshading, se valoraban todos los géneros por igual, sagas ahora podridas o muertas estaban en su gloria, y muchos estudios se afanaban en simplemente crear buenos juegos, algunos brillando en un halo de gloria y leyenda. tl;dr, me siento bastante desencantado con el panorama actual; así que he rescatado a mi vieja compañera de diversiones, mi Nintendo 64, de su caja.

(texto notalgicocebolleto ahead... bah, a quién pretendo engañar, lo de antes también )



La foto no es mía, pero tengo a mi máquina decorada igual, con esa mítica pegatina que daban en su día con la NA. Un mando gris de serie, otro amarillo plátano (era el único color que no me resultaba ofensivo a la vista y que me permitía seguir viendo bien los botones correspondientes). Pena que el Rumble Pack siga en la caja del Lylat, la cual tengo que buscar. Pero es increíble que, tras varios años de falta de uso y haberle pegado un trote de los buenos (desde que salió hasta algo después que se viniera la Wii a casa), siga funcionando perfectamente. En estos tiempos de las consolas de mantequilla, este carismático cacharro con forma inolvidable sigue aguantando estoicamente.

Decidí coger de la caja donde los tengo sólo tres títulos para empezar, ya que prefiero centrarme en un único juego a la vez salvo excepciones. Hoy hablaré del primero: Banjo-Kazooie.



Estuve por agarrar el Mario 64 en su lugar, pero si bien es cierto que es otro juegazo como la copa de un pino, este viejo recordatorio de la pasada gloria de Rare me acabó llamando más por su original y desenfadado mundo, dejando al fontanero para otra ocasión.

Rejugando esta joya no puedo menos que sentir tristeza y rabia por lo que ha ocurrido con el estudio que lo desarrolló. Si bien es cierto que mucha gente considera que Retro ha ocupado su puesto, mi opinión es que no va por mal camino pero le quedan muchos chuscos por comer. El caso es que el nivel de genialidad de este estudio alcanzó cotas difíciles de medir en el pasado, y por el rifirrafe que tuvo con Nintendo se dejó comprar por Microsoft. No hace falta decir cómo acabó la cosa.

El juego que nos ocupa ha envejecido mal. Y no me refiero a los gráficos, los cuales suele ser absurdo juzgar en este tipo de casos: el juego es tremendamente fácil en su mayoría. No importa demasiado que los primeros mundos sean poco menos que un paseo por el parque, es normal empezar así. Pero lo malo llega cuando consigues piezas a una velocidad inusitada en toda nueva tierra que visitas, y la cosa se empiece a torcer un poco sólo bien pasada la mitad del juego. Esto hace que pueda pasarse rápido, de hecho hace un rato he acabado mi nueva partida con alrededor de 12 horas de juego poniéndome completista (eso sí, no he conseguido todo: me faltan dos jiggies y varias celdas de panal). Quitad tranquilamente tres si se va a saco, recogiendo las piezas y notas justas. Puede que influya el haberlo jugado antes (aunque ha pasado la tira en mi caso), pero es muy accesible.

Y ya está, eso es todo lo negativo que tengo que decir del juego. Porque lo que le convierte en una maravilla sigue inmutable: la originalidad, carisma y sentido del humor que derrocha.

No me malinterpretéis en lo primero, es obvio que copió cosas de Mario 64 (cuadros/puertas, monedas/notas, por poner un par de ejemplos). No me refiero a eso. Es simplemente alucinante el mundo que Rare se curró para ambientar el juego, y en mi opinión puede mirar tranquilamente a la cara a varios universos nacidos en este generación. No quiero extenderme demasiado sobre los escenarios (conectados entre si por una genial y extensa guarida), así que hablaré de los dos que considero más representativos y sobresalientes:



-Rusty Bucket Bay, en cuyo nombre se cagó no pocas veces el jugador medio. Este mundo es considerado como el más difícil de todo el juego, y no es para menos: enorme puerto que hay que explorar a conciencia y que está repleto de enemigos y trampas (como puentes finos como un pelo y la charca de residuos), agua contaminada que agota el oxígeno el doble de rápido (incluso nadando), paseo por la cubierta del barco en la que minions escondidos nos pueden tirar por la borda de un golpe, la mil veces maldita sala de las hélices... Por otro lado, está repleto de detalles. Tienes que buscar con lupa ventanas y chimeneas por las que te puedas meter, para llegar a salas como la cocina o camarotes donde puedes ver cacharros por el suelo, suciedad, guisos derramados, cartas y fotos de la tripulación (incluso una alusión a Conker), etc. Gran trabajo para ser un puerto de carga con un único barco amarrado.



-Click Clock Wood: mi favorito junto a Mad Monster Mansion. El avispado lector que se haya fijado en la foto verá que tiene cuatro aspectos distintos: eso se debe a que puedes entrar en este mundo ambientado en un enorme árbol durante cualquiera de las estaciones del año, teniendo que registrar a fondo cada una para encontrar todo. Cada época cambia profundamente tu recorrido: no hay hojas para plataformear en primavera, en verano abundan las abejas y está todo seco por el calor (aumentando el índice de caídas mortales y haciendo que los enemigos vayan descamisados), el otoño crea por todas partes rampas de hojas caídas que al pisarlas emiten suaves sonidos y el invierno congela y mata toda vida vegetal (aparte de hacer del plataformeo un suplicio que requiere movimientos y precisión nanométricos). Alucina ver cómo a partir de un mismo mundo lograron crear cuatro escenarios tan distintos.

Luego están los personajes: un capitán hipopótamo lloroso por perder su oro, el pobre camello Gobi al que hay que putear varias veces para conseguir piezas, la entrañable quest de Earye, el oso polar Boggy y sus pobres hijos que no tienen regalos de Navidad, Gruntilda...



Hijaputa.

Probablemente estemos hablando de uno de los villanos más carismáticos de la historia de los videojuegos al referirnos a esta vieja, gorda, repelente y tocahuevos bruja. Dejando a un lado la intro y el concurso cabrón y amañado que te monta, es tronchante ver cómo se burla de ti cada vez que sufres daño ambiental (como pisar arena caliente) independientemente del mundo en que estés, las amenazas que suelta a sus esbirros cuando fallan o la traicionan, o directamente cómo se pasa el juego entero lanzándote puyas y carcajeándose cuando toca Game Over. Y todo esto en rima. Una pena que sea en inglés, aunque hay cosas que hubieran sido muy complicadas de traducir para mantenerla. No nos olvidemos de su hermana Brentilda, que te cuenta cada cosa de su vida privada que te hace llevarte las manos a la cabeza.


Tu madre.


Eso hace que me venga a la cabeza otra cosa genial del juego: su humor y mala leche a pesar de lo desenfadado y colorido. Kazooie es brutalmente cínica y no para de putear a Bottles y otros personajes importantes, hay no pocas alusiones a que todo es un juego, toca resolver los problemas de congestión nasal de una esfinge úrsida a huevazos, no es raro que al cargarte un enemigo se despedace... Podría tirarme un buen rato enumerando, así que voy a contar en detalle un ejemplo que me encanta.

Hay un baño en Mad Monster Mansion en el que aparentemente no hay nada, pero al pisar el retrete este te habla a pedos diciñendote que no cabes. Te transformas en calabaza, te las apañas para volver, y una vez dentro de la taza se tira de la cadena y acabas en una tubería sucia por la que accedes a una fosa séptica repleta hasta arriba de mierda y meados. Coges tu pieza, vuelves por donde has venido y, nada más aparecer de nuevo en el baño, la guarra de la bruja te dice que te laves las manos (que no tienes). Conclusión:  

Y luego está otro detalle: la banda sonora. Cada mundo tiene su propia y única melodía que casa perfectamente con él entre acordes y efectos; un par de ejemplos:







Hay una cosa en la que igual os habéis fijado, conozcáis el juego o estéis escuchando esto por primera vez: hay una tendencia bastante grande al reciclaje. Sin embargo, se las arreglaron para coger una melodía base (o trozos de ella) en muchas ocasiones y retocarla para crear varias composiciones distintas con su propia originalidad, lo cual es sorprendente y admirable.

El ejemplo más notorio es el tema de la guarida de Gruntilda. Cómo pasar de esto...



... a ESTO. Piel de gallina, y en batalla ni os cuento.



Por último, hay algo que no puedo dejarme en el tintero, y que tiene que ver con el detallismo que he comentado antes: los secretos.

Si hay algo por lo que es (era) conocida Rare es por su manía de ocultar a conciencia tanto objetos esenciales como premios y códigos. En el principio del juego no se hace muy patente, pero a medida que avanzas llegas a sudar para encontrar todas las notas musicales, jinjos, vales de Mumbo (la sala de hélices de nuevo *escalofríos*) y expansiones de vida. Conseguir el 100% puede llevarte tranquilamente unas cuantas horas extra, pero merece la pena explorar para encontrar todas esas recompensas a tu esfuerzo. De hecho, el auténtico final del juego no se consigue sin  tener todas las piezas de puzle, y es conveniente recoger todas las notas posibles para obtener ciertas ayudas de cara a la última batalla.


Hijoputaaaaaaaaaaaaas


Por error u omisión me he dejado muchas cosas, pero aparte de que es realmente sencillo hacerlo con tamaña obra maestra, quiero que os llevéis sorpresas. Así que, tanto veteranos del juego como neófitos: jugadlo si tenéis ganas de un plataformas original, divertido y...y... Que lo juguéis, joder.

Bonus track no apto para butthurts:

Secreto: (Pincha para leerlo)

LloydZelos
Blog de LloydZelos
Blog de LloydZelos



Blogs amigos:
Aldobrando
ashley_the_dragon
DMaligno
JanDr0
Jimmytrius
Kamek Koopa
LordPonchoMan
NoPLo
orgrevs
Space_Pirate Ridley
Thomas Light
Tokimeki
Vikutoru
Xoalde


Categorías:
El Chundineitor
El Noticiero Pesetero
El Oculovisor
El pincel de Yen Sid
La Biblioteca Negra
Let's chat a bit, stranger.
What am I playing?
What am I telling?
What are you buying?
¡Es hora de asplastar!


Archivo:
Febrero 2013
Enero 2013
Septiembre 2012
Agosto 2012
Julio 2012
Junio 2012
Marzo 2012
Enero 2012
Diciembre 2011
Octubre 2011
Agosto 2011


Vandal Online:
Portada
Blogs
Foro

Blogs en Vandal · Contacto · Denunciar Contenido