Publicado: 23:09 23/07/2006 · Etiquetas: · Categorías: Cine
Este fin de semana se celebraba en Úbeda el segundo Congreso Internacional de Música de Cine y entre los invitados se encontraba mi héroe, Basil Poledouris. Para el que no lo conozca, se trata para mí de uno de los compositores de bandas sonoras más importantes de los últimos tiempos, y también uno de los menos utilizados (y la verdad es que no sé por qué) en los últimos años. Entre algunas de sus bandas sonoras más importantes se encuentra la de Conan,  Starship Troopers, La caza del Octubre Rojo o Robocop.



Sin embargo, en el concierto que daban por la noche no participaba solamente él, aunque en un principio así fuera. La noche de conciertos se iba a dividir en principio en dos: el viernes participarían Ottman, Debney y Frizzell; y el sábado Poledouris dedicaría 45 minutos a Conan, reorquestando las marchas; y después media hora para varias de sus películas más famosas. Como los compositores pidieron cada vez instrumentos más raros, con la consiguiente necesidad de contratar a músicos especializados en esos instrumentos en concretos, al final se optó por quitar la parte de Poledouris dedicada a sus películas (aunque también fue porque estaba cargado de trabajo, según dijeron), y poner a los cuatro compositores juntos. Para mí fue increible la experiencia y ahora intentaré describir las experiencias que se vivieron allí.



Basil Poledouris entrando

Cuando estaba todo el mundo sentado llegó Poledouris acompañado de una mujer oriental que llevaba sus partituras. Todo el maldito auditorio se puso en pie, la mayoría aplaudía; otros simplemente se dedicaban a corear su nombre: el rey había llegado y eso se notaba. No obstante, el encargado de abrir la noche fue Ottman que nos deleitó con una pieza de X-men, una pieza a piano bastante bonita aunque no sé a qué película pertenece (puede que sea Sospechosos habituales). Por último orquestó una suite de Superman Returns exclusiva, aunque básicamente eran todas las piezas de la película (el tema de amor, el de Lex Luthor, terminando con los acordes de Williams). El auditorio empezó a aplaudir y gritar de emoción; Ottman había realizado un genial trabajo. Tras él subió Debney, que en primer lugar orquestó varias piezas del "maestro de los maestros" Goldsmith. Comenzó con una marcha militar, según mi padre le sonaba a la película de "Patton", pero no estoy seguro. Luego llegó Star Trek, que fue increible y tras esta tres marchas más, pero esta vez de La Pasión y acompañado de la preciosa Lisbeth Scott. De verdad que en la película la banda sonora me gustó; tiene sus altibajos y todo eso, pero las piezas que tocaron son justamente de las que más me gustaron en la película: el encuentro de María con su hijo cuando lleva la cruz, la pieza final, y otra que no recuerdo exactamente el momento en el que ocurren en la película. En las tres marchas intervino el coro que acompañaba a la voz de Lisbeth. De verdad que es increible escuchar algo así en directo, sobre todo cuando comenzaba la percusión a sonar cada vez más fuerte, mientras el coro aumentaba más y más su presencia y Lisbeth levantaba más la voz. Al final Debney consiguió poner en pie a todo el auditorio.



Debney

Tras él llegó un breve descanso y fue el momento que aproveché para fotografiarme con Poledouris y Ottman que, por cierto, es un tío cachondísimo. De verdad que me ha sorprendido muchísimo como persona (me cogió del hombro como si fueramos amigos, me dio la mano, etc.). Luego Frizzell tocó varias piezas de películas que no me sonaban nada. Fue tal vez el más flojo de los tres, pero no porque sus piezas musicales fueran malas, sino porque eran mucho más tranquilas: no usaban tanto el coro, no había casi percusión (salvo en una que era la que pertenecía a Gods and Generals  creo), etc. Él fue el que presentó a Poledouris como su héroe, como el hombre al que admira y adora. Supongo que todos opinábamos lo mismo.

Basil se presentó con una especie de Kimono y un pañuelo negro y largo atado en la cabeza. El tío se pasó casi 10 minutos saludando puesto que no paraban de aplaudir. No había empezado a dirigir y ya había recibido una ovación fantástica. Luego explicó que dirigiría la orquesta mientras en la pantalla aparecían las escenas de la película y dios, realmente las clava. Comenzó con el estruendoso inicio de Conan, primero la voz del narrador y de repente toda la percusión resonando.


El Rey también es humilde.

La diferencia con respecto a la banda sonora original es que aquí el maestro uso un puñetero yunque que, siendo golpeado por uno de los músicos con un martillo, acompañaba a toda la marcha. En serio, no hay palabras para describir lo rematadamente bien que quedaba ese puto yunque sonando. La marcha era prácticamente igual, pero cada vez que en pantalla se veía la espada al rojo vivo, el yunque era golpeado siguiendo el ritmo de los timbales. Con esta nos enamoró; pero con Riddle of Steel Riders of Doom ya se metió a todo el público en el bolsillo. El coro cada vez sonando más fuerte, la percusión acompañando al galope de las tropas que asedian el poblado, y las partes más "lentas" para las secuencias de el joven Conan y la gente de su pueblo. La parte final con todo el coro cantando, los timbales resonando y todos los instrumentos de viento acompañando fue realmente impresionante. No hay palabras para describir lo que uno siente al escuchar eso. Luego tocó una marcha que se correspondía con el momento en el que Conan encuentra su espada, otra que se correspondía con el momento de cama con la chica, y la que de nuevo levantó al auditorio: el asalto de los jinetes al "fuerte" que construye Conan en el desierto. Soberbia de nuevo la parte final. Luego le tocó el turno a la última marcha de la película y yo me sentí algo decepcionado por no escuchar Theology Civilization que un forista de Vandal (Thulsa Doom) recomendó una vez y desde ese momento es una de mis preferidas. Más de 10 minutos de aplausios y gritos de "Viva" "Bravo", etc., Basil subió de nuevo al escenario y dedicó de nuevo el tema central de Conan al auditorio. Él no quería irse, la gente no quería que se fuera, y Dios disfrutaba desde lo alto del cielo del concierto que el maestro nos dedicaba. Luego los cuatro Lisbeth subieron al escenario, recibieron una nueva ovación, y se fueron a dormir, supongo, con la conciencia tranquila porque dieron un concierto sencillamente magistral.


Foto de familia. De derecha a izquierda: Frizzell, Ottman, Poledouris, Debney y Lisbeth. (Ahora no consigo distinguir a Debney de Frizzell así que el orden puede ser distinto.
1 comentarios :: Enlace permanente
Compartir Compartir
FacebookCompartir
TuentiCompartir en Tuenti
MenéameMenéame Enviar
Comentarios: (primero los más recientes)
11:45 26/07/2006
Genial el reportaje.

Como me gustaría haber estado ahi :_(
Participa con tu Comentario:

No puedes poner comentarios. Necesitas estar registrado en Vandal Online. Regístrate aquí o Haz Login.

El Cuarto Mundo

Sargon
Blog de Sargon
El rey de Akkad os cuenta su vida

Posts destacados por el autor:
· Figuras de una Galaxia lejana, muy lejana
· Entrevista Mass Effect
· Otra vez: ¿Qué es Spam y qué no lo es?
· Adiós, Maestro
· Un concierto de cine
· ¿Qué es Spam y qué no es Spam?
· Noticias Vandal en sus misterios dolorosos.





Últimas actualizaciones de blogs amigos:

Blogs amigos:
-ICO-
against-mark
Albert Wesker
AnimalFM
BlackHawk
Brainiac
Bronco
ConK
DaWeihs
De-mon
Espiritu-obi-
FuKuy
Grunty
MaNrAy
Mitheor
Mowei
Osaka_no_Kotatsu
Peibbol
pgrandio
THE UDAMASTER
Trush
Xoalde


Categorías:
Cine
Cómic
Política
Vida cotidiana
Videojuegos


Archivo:
Octubre 2008
Septiembre 2008
Agosto 2008
Julio 2008
Junio 2008
Febrero 2008
Enero 2008
Diciembre 2007
Noviembre 2007
Octubre 2007
Septiembre 2007
Agosto 2007
Julio 2007
Junio 2007
Mayo 2007
Abril 2007
Marzo 2007
Febrero 2007
Enero 2007
Diciembre 2006
Noviembre 2006
Octubre 2006
Septiembre 2006
Agosto 2006
Julio 2006
Junio 2006
Mayo 2006


Vandal Online:
Portada
Blogs
Foro

Blogs en Vandal · Contacto · Denunciar Contenido