Hoy os voy a enseñar a hacer otro plato sencillo, rápido y nutritivo. Además es una forma bastante sabrosa de comer legumbres para aquellos que no estáis muy habituados.

Ingredientes (para una persona)
- Un bote de garbanzos cocidos de 400g aprox.
- Una patata pequeña
- Media cebolla pequeña
- Curry y otras especias al gusto (perejil, cilantro picado, cominos...)
- Aceite y sal

Preparación:

Pinchamos la patata con un tenedor o un palillo por varios sitios para evitar que explote y la metemos al microondas entre 6 y 9 minutos dependiendo del tamaño. Mientras tanto, vamos picando la cebolla y escurrimos los garbanzos en el escurridor de la pasta con abundante agua hasta que dejen de soltar espuma removiéndolos con la mano. De esta manera nos deshacemos de todo el exceso bestial de sal que trae el caldillo. Cuando la patata esté terminada, la cortamos en dos o cuatro trozos para que sea más fácil pelarla a mano y la piel normalmente saldrá sola. ¡Cuidado con quemarse! Después de esto, termina de cortarla en tacos.

Cuando ya tengamos todo eso preparado, calentamos un poco de aceite en una sartén y cuando esté caliente agregamos la cebolla y le echamos un poco de sal para que sude. La vamos removiendo y cuando esté dorada, agregamos las especias, siendo la principal el curry. Removemos rápido y para que no se quemen las especias agregamos medio vasito de agua y seguimos removiendo para que se distribuyan bien por el caldo. Agregamos los garbanzos y la patata y removemos bien para que se distribuya todo. Dejamos cocer tapado durante unos 5 minutos hasta que se consuma el agua y entonces ya estará listo. ¡A comer!

Consejos:

De esta manera te sale un plato único que además llena bien. Si quieres hacer para dos raciones porque te parezca mucho o quieras invitar a alguien lo único que hay que cambiar es la patata pequeña por una grande (o dos pequeñas), y acompañar con una ensalada mixta o una ración de arroz blanco.

Hoy, hace casi exactamente un año que vivo solo. En todo este tiempo he tenido que aprender a cocinar platos variados y nutritivos a marchas forzadas, y este es uno de los más socorridos y sencillos de hacer (con permiso de la pasta y las ensaladas). ¿Lo mejor de todo? Admite tantas combinaciones como ingredientes tengas en el frigorífico, siendo muy raro el ingrediente que no sirva para este plato.

Los pasos para realizarlo son muy sencillos:

- Prepara todos los ingredientes, pélalos, córtalos y pulverízalos si hace falta antes de empezar. Así evitarás que se te queme algo mientras pelas esa zanahoria que se te ha olvidado.

- Pon un poco de aceite en una sartén grande y espera a que esté caliente (acercando la mano). En ese momento empieza a agregar los ingredientes en este orden, recuerda que no tienes por qué echar de todo:
1) Cebolla y ajo. Añádeles un poco de sal para que "suden" y no se quemen. Continúa cuando esté dorada o blandita.
2) Champiñones (correctamente lavados, que no se olvide) y verduras que suelten muchísima agua (calabacín por ejemplo). Espera un rato a que se consuma todo el agüilla antes de seguir agregando "cosas".
3) Verduras variadas. A mi me encanta echar pimiento, brócoli, zanahoria o tomate troceado (lo puedes comprar ya hecho). No todo, claro está, depende de lo que tengas o te apetezca. Rehógalos un ratito (uno o dos minutos).
4) Carne o sucedáneos (seitán por ejemplo). Sigue rehogando un par de minutitos hasta que la carne esté prácticamente hecha.
5) Salsas, aderezos y especias: salsa de soja, pimienta, orégano, albahaca, una pastilla de caldo, salsa de ostras, tomate frito, guindilla en polvo... experimenta.

- En este momento, llega lo más complicado: echar el arroz. Te costará unas cuantas veces y varios tupper llenos de comida de una tacada hasta que consigas aprenderte la cantidad exacta con lo que tengas a mano para medir. En mi caso, una ración es medio vaso pequeño y dos, el vaso entero. Cuando lo eches, empieza a remover como un poseso para que no se pegue. Al minuto o así, añade el doble de agua de lo que has añadido de arroz. En caso de que uses arroz integral o basmati (como yo), añade el triple de agua.

- Baja el fuego a la mitad de potencia y espera a que esté hecho. Si ves que se te queda corto de agua y el arroz está todavía como un piedro añade medio vaso de agua y remueve, repite las veces que sea necesario.

- Cuando veas que se ha consumido casi todo el agua y el arroz está hecho (no seas gañán y pruébalo) apaga el fuego. En este momento si quieres puedes añadir un huevo y remover hasta que cuaje.

Y aquí tenéis el resultado de hoy: arroz con cebolla, zanahorias, huevo y salsa de soja que me voy a llevar mañana para almorzar en el curro:

Sé que no tiene muy buen aspecto (gracias al huevo y la salsa de soja) pero os puedo asegurar que el resultado es delicioso. Otra de mis combinaciones preferidas lleva los siguientes ingredientes, por orden de aparición:
- Cebolla
- Champiñones en láminas -> rehogar con un buen chorretón de cerveza!!! (pista: una bandeja de las que tienen en el súper da para dos raciones, si sólo vas a hacer una echa la mitad). A veces en vez de champiñones echo pimiento verde en tiras finas.
- Pechuga de pavo a las finas hiervas de las que venden en filetes en las mini-carnicerías del Mercadona, cortado en tiras.
- Y por supuesto, el arroz

Otro día os cuento trucos para hacer las legumbres bien ricas y nada pesadas, y otros platos express.

Ingredientes:

- Dos rodajas de cebolla
- Un diente de ajo
- Un huevo
- 3 cucharadas de pan rallado
- 2 latas de atún
- Harina
- Aceite de oliva
- Guarnición al gusto

Preparación

Picar el ajo y la cebolla y sofreirlos hasta que estén doraditos, entonces batir el huevo y una vez esté bien batido, mezclar con el sofrito, el pan rallado y el atún (escurridle el aceite antes). Mezclar con un tenedor el potingue resultante hasta que parezca homogéneo, entonces añadirle poco a poco harina y seguir mezclando hasta que tenga un aspecto algo más consistente pero sin pasarse. Entonces dividirlo en dos bolas, aplastar para hacer las hamburguesas propiamente dichas, darles una pasadita extra por harina para que no se desmenucen y freir con un poquito de aceite: lo justo para cubrir la base de la sartén, no como si fueses a hacer fritanga y cuando estén hechas servir con la guarnición y presentación al gusto.

A mi se me han quemado un poquitín pero estaban buenísimas.

No tenéis excusa para no intentarlo, es la primerísima vez que me atrevo a hacer hamburguesas caseras y no ha sido para nada complicado, y eso que soy un poco zarpas.