Hoy, hace casi exactamente un año que vivo solo. En todo este tiempo he tenido que aprender a cocinar platos variados y nutritivos a marchas forzadas, y este es uno de los más socorridos y sencillos de hacer (con permiso de la pasta y las ensaladas). ¿Lo mejor de todo? Admite tantas combinaciones como ingredientes tengas en el frigorífico, siendo muy raro el ingrediente que no sirva para este plato.
Los pasos para realizarlo son muy sencillos:
- Prepara todos los ingredientes, pélalos, córtalos y pulverízalos si hace falta antes de empezar. Así evitarás que se te queme algo mientras pelas esa zanahoria que se te ha olvidado.
- Pon un poco de aceite en una sartén grande y espera a que esté caliente (acercando la mano). En ese momento empieza a agregar los ingredientes en este orden, recuerda que no tienes por qué echar de todo:
1) Cebolla y ajo. Añádeles un poco de sal para que "suden" y no se quemen. Continúa cuando esté dorada o blandita.
2) Champiñones (correctamente lavados, que no se olvide) y verduras que suelten muchísima agua (calabacín por ejemplo). Espera un rato a que se consuma todo el agüilla antes de seguir agregando "cosas".
3) Verduras variadas. A mi me encanta echar pimiento, brócoli, zanahoria o tomate troceado (lo puedes comprar ya hecho). No todo, claro está, depende de lo que tengas o te apetezca. Rehógalos un ratito (uno o dos minutos).
4) Carne o sucedáneos (seitán por ejemplo). Sigue rehogando un par de minutitos hasta que la carne esté prácticamente hecha.
5) Salsas, aderezos y especias: salsa de soja, pimienta, orégano, albahaca, una pastilla de caldo, salsa de ostras, tomate frito, guindilla en polvo... experimenta.
- En este momento, llega lo más complicado: echar el arroz. Te costará unas cuantas veces y varios tupper llenos de comida de una tacada hasta que consigas aprenderte la cantidad exacta con lo que tengas a mano para medir. En mi caso, una ración es medio vaso pequeño y dos, el vaso entero. Cuando lo eches, empieza a remover como un poseso para que no se pegue. Al minuto o así, añade el doble de agua de lo que has añadido de arroz. En caso de que uses arroz integral o basmati (como yo), añade el triple de agua.
- Baja el fuego a la mitad de potencia y espera a que esté hecho. Si ves que se te queda corto de agua y el arroz está todavía como un piedro añade medio vaso de agua y remueve, repite las veces que sea necesario.
- Cuando veas que se ha consumido casi todo el agua y el arroz está hecho (no seas gañán y pruébalo) apaga el fuego. En este momento si quieres puedes añadir un huevo y remover hasta que cuaje.
Y aquí tenéis el resultado de hoy: arroz con cebolla, zanahorias, huevo y salsa de soja que me voy a llevar mañana para almorzar en el curro:
Sé que no tiene muy buen aspecto (gracias al huevo y la salsa de soja) pero os puedo asegurar que el resultado es delicioso. Otra de mis combinaciones preferidas lleva los siguientes ingredientes, por orden de aparición:
- Cebolla
- Champiñones en láminas -> rehogar con un buen chorretón de cerveza!!! (pista: una bandeja de las que tienen en el súper da para dos raciones, si sólo vas a hacer una echa la mitad). A veces en vez de champiñones echo pimiento verde en tiras finas.
- Pechuga de pavo a las finas hiervas de las que venden en filetes en las mini-carnicerías del Mercadona, cortado en tiras.
- Y por supuesto, el arroz 
Otro día os cuento trucos para hacer las legumbres bien ricas y nada pesadas, y otros platos express.
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