Resultados para etiqueta "de" Pues vaya, sí que ha llovido desde la última vez que escribí algo para esta sección. Y no me malinterpreteis, con ello no quiero decir que la consabida, pikmin y amateur página de información nintendera DsWii haya mejorado sus dotes periodísticas y ya no cometa cagadas inconmensurables, sino que simplemente con el tiempo cada vez he ido recurriendo menos a ella para echarme unas risas. Vandal ya se ha ido encargando de ir supliendo mis carencias humorísticas en ese sentido.
Pero ya sabéis lo que se dice, mala hierba nunca muere. Y es por ello que he desempolvado mi viejo baúl de errores graciosos en reserva para deleitaros con una entrada DsWiiera de esas que tanto solían gustar a mis acérrimos lectores, en las que pongo sobre el tapete algunas de las más llamativas y divertidas equivocaciones y gazapos que cometen los redactores de tan poco serio medio. Mención especial al Bonus Track de hoy, que es especialmente increíble. El plato fuerte de esta noche es un pequeño cargamento de equivocaciones menores, bastante hilarantes, que uno de los redactores jefe de la página cometió en combo al analizar The Legend of Zelda: Skyward Sword. ¡Vamos con ello! _________________________________________________________________________________________ # 5 El Zelda del que todo el mundo habla... sin saber Intentaré obviar la pastelada de falsa melancolía y absurda inocencia que encabeza el análisis y trataré de ir directo al grano, aunque admitiré que no es nada sencillo. Dado que es relativamente fácil desorientarse en la lectura, imaginad que soy Fay y dejad que os lleve de la mano con mi subrayado mágico rojo, que os guiará de cagada en cagada para que no os perdáis en la alinealidad de la palabra escrita. Si prestais atención a los primeros títulos subrayados, descubriréis que nuestro querido redactor, que se descubre como un grandioso fan de la franquicia que podría pasarse días enteros enumerando sus juegos, apenas sabe escribir bien los nombres de sus entregas. Nos encontramos así con un horrisonante Phanton Hourglas, un esperpéntico Spirits Truck (en inglés, el camión de los espíritus, lol), el clásico Minish Cup (la copa Minish), los Oracle (los Oráculo) y The Adveture of Link. Tronco, ya que tienes un blog informativo y estás escribiendo sobre una franquicia famosa, de la que además te consideras un gran seguidor, lo mínimo que puedes hacer es aprender a escribir correctamente los títulos de los juegos para evitar ridículos como éste. Mejor suerte para la próxima vez, Fabio. Sigue intentándolo. Un poco más abajo podéis encontrar una línea en la que se afirma que Ocarina of Time llegó hace 15 años. No es por sacarle punta a las cosas (bueno, en realidad sí), pero en realidad en la fecha en la que se escribió el análisis (2011) apenas databan 13 años desde la fecha de salida del juego (1998). Continuemos tras este apetecible piscolabis. Sé lo que estáis pensando, mucha letra y poco rojo, pero es lo que hay. Más aún cuando el ilustre nombre que ocupa la página del presente análisis es el de Tingle. Y es que aquí el amigo redactor afirma que en Skyward Sword podemos encontrar peluches del personaje más odiado de la franquicia, Tingle. En primer lugar, ya hay que tener mal gusto para odiar a uno de los pocos personajes de la saga que no son más planos que una tabla de planchar. En segundo lugar, me veo obligado a corregir tal afirmación, porque no se pueden encontrar peluches (plural) del personaje, sino solo uno. Una triste muñeca que seguramente todos habréis visto ya en el cuarto de Zeldita y supone otro patético cameo de un individuo que debería tener papeles fundamentales en la saga. Pero bueno, no entraré en eso ahora. Sí otro día. Vamos con la parte más calentita, si os parece. Si no os salís demasiado de la línea roja, comprobaréis que se habla de Koji Kondo como uno de los compositores del juego. Tendré que morderme la lengua porque aunque apenas haya hecho nada en la banda sonora de Skyward, su nombre aparece en los créditos del juego. Pero lo que tiene tela del asunto es citar entre sus mejores trabajos las bandas sonoras de Super Mario Galaxy 2 (juego para el que con suerte compuso cinco melodías y cuyo mérito musical corresponde casi íntegramente al señor Yokota), Wind Waker (título en el que ya empezó a menguar su producción y a compartir trabajo) y Super Smash Bros Brawl, un producto con una cantidad inconmensurable de composiciones de las cuales menos de un 10% serán del señor Kondo. Lo que choca es que se hayan escogido estos juegos cuando la carrera del maestro Kondo es lo suficientemente amplia. Pudiendo mencionar Yoshi's Island, A Link to the Past o Super Mario 64, la selección de DsWii es como mínimo cuestionable. A continuación, sin irnos mucho del tema, el redactor felicita a Koji Kondo por su fantástica idea de darle la vuelta a la Nana de Zelda para crear la Balada de la Diosa. Para el carro, machote. No sé si es que eres fan de los maestros chocolateros, pero la idea no fue del señor Kondo, tal y como se puede apreciar en el siguiente fragmento de una entrevista realizada por IGN. Kondo: This time when you play it backwards is actually Zelda's lullabye and I was really happy to find out that the team had done that and a little disappointed that the news broke so soon before launch. IGN: We just stare at the trailers over and over again until we figure it out, so… Kondo: But it was, that was something that some of the younger composers decided that they wanted to do and I thought was a great way for them to look at both the sort of the legacy music but also find a way to include sort of a little puzzle solving element in the music in the game itself. Pero no aplaudais todavía, porque el autor del análisis aún va a darnos más muestras de ignorancia un poco más adelante, cuando afirme que la Nana de Zelda tiene 12 años. No sé lo que se le habrá pasado por la cabeza para soltar tal chorrada (quizá piense que el tema nació en Ocarina of Time, pero recordemos que para él Ocarina es un juego que tiene 15 años), porque hasta donde yo sé, es una composición que ya se dejaba oír en A Link to the Past, hace casi 20 años. Para muestra, un botón. Menos Skywards y más Zeldas retro, amigo. En fin, a modo de colofón final, el analista termina su faena asegurando que el 90% de sonidos de Skyward Sword son orquestados. Esto es una cagada, se coja por donde se coja. Porque si se refiere a la música, ha metido la pata hasta el fondo con el porcentaje. Y porque si se refiere a los efectos de sonido, me gustaría que alguien me explicara qué es un sonido orquestado. Igual utilizaron cuerdas de violines para simular los disparos del arco y golpes de triángulo para representar las estocadas, pero vete tú a saber. Sea como sea, DsWii vuelve a mostrarnos su infalible forma de fallar con un análisis repleto de gazapos e importantes muestras de desinformación, materia prima para una suculenta entrada denunciadora. Pero no os vayais aún, que nos queda el postre. # Bonus Track Ya sabeis que, además de las cagadas mayores, de vez en cuando me gusta incorporar a modo de bonus track alguna equivocación más leve aunque no por ello menos divertida y denunciable. La de hoy tiene tela, así que preparaos bien. Como habréis podido leer, la noticia versa acerca de los personajes controlables del nuevo Rayman Legends, secuela del aclamado título de Ubisoft Rayman Origins. Aunque la entrada se centre en la figura de Murphy (al que discutiblemente tacha de hada, pero bueno), mi vista no ha podido sino enfocarse en esos enanos judía que aparecen en la primera línea de texto. Y como podréis imaginar, he abierto mucho los ojos, porque no he comprendido nada. Un rato después y por descarte me he visto obligado a intuir que esos "enanos judía" eran los Diminutos, unos simpáticos personajes que vienen a ser recurrentes en la saga desde Rayman 2, allá por 1999, y que efectivamente son controlables tanto en Origins como en Legends. Varios minutos después de la hazaña sigo preguntándome qué demonios ha tenido que suceder por la mente del redactor para rebautizar de ese modo a los Diminutos. Puedo entender que diminuto se confunda con enano, pero ¿de dónde salen las judías? Es que ni siquiera su nombre inglés, "Teensies", tiene algo que ver con las judías. Pero bueno, sea lo que sea, no ha sido una chispa puntual, porque el nombre se vuelve a repetir hacia el final de la noticia. Enanos judía, hay que joderse. En fin, peor para ellos. Peor para ellos y mejor para nosotros, o por lo menos para mí, que he estado riéndome un buen rato con la tontería. _________________________________________________________________________________________ Pues nada, con esto doy carpetazo a la entrada de hoy. Espero que os haya gustado leerla tanto como a mí redactarla, y os recuerdo como de costumbre que acepto todo tipo de sugerencias, material y cualquier cosa que penseis que pueda ser digna de ser mencionada en esta sección. De hecho, gran parte de las aportaciones de hoy tengo que agradecérselas (de corazón) al señor Morromocotudo, una eficiente fuente inagotable de información sin cuya ayuda esta entrada no hubiera sido posible. ¡Hasta la próxima! ¡Saludos a todo el mundo! Ha pasado más de un año, pero no quería dejar colgada la que probablemente ha sido mi serie de entradas más trabajadas de todo el blog. Por ello, he decidido recuperarla y culminarla con el único tema que faltaba, el que ocupa el primer puesto en mi ranking de composiciones preferidas de videojuegos.
______________________________________________________________________________________ 1. Gourmet Race 2. Gruntilda's Lair 3. Pollyanna - I believe in you 4. Monkey Island Theme 5. Aquatic Ambiance Ficha Técnica Título: Gourmet Race / Fountain of Dreams Compositor(es): Jun Ishikawa, Dan Miyakawa Año: 1996 Primera aparición: Kirby Superstar Sistema: Super Nintendo Historia del tema La de Kirby es una saga fantástica de videojuegos, con una banda sonora generalmente ejemplar. Siendo de este modo, es inevitable que gran parte de sus melodías hayan pasado a ser clásicos instantáneos del mundillo y reinterpretadas en numerosas ocasiones. Así ha sucedido con el tema que hoy nos ocupa, tema que estoy convencido que todos vosotros habréis oído varias veces. Su primera aparición tuvo lugar en el archiconocido Kirby Superstar (1996) para Super Nintendo, un título que marcó un antes y un después en la trayectoria del personaje y que la comunidad siempre aclama como su mejor entrega, probablemente gracias a la gran variedad que comprenden las miniaventuras de las que consta el título. Una de esas pequeñas aventuras era Gourmet Race, un minijuego bastante sencillote en el que se nos proponía correr una maratón contra el orondo Rey Dedede a través de un camino repleto de suculentos manjares que sumaban puntos. Probablemente palidezca ante la grandeza de otras pequeñas propuestas del juego, como Revenge of Meta Knight, The Great Cave Offensive o Milky Way Wishes, pero desde luego la melodía que sonaba en dos de los tres circuitos disponibles se quedó grabada a fuego en la mente de un gran número de jugones por su implacable ritmo y encanto propios. Por haber aparecido en tal minijuego, el tema ha pasado a la historia con el nombre de Gourmet Race, aunque la realidad es que solo es uno de los dos temas que sonaban en los circuitos de Gourmet Race, siendo el segundo uno del que poca gente se acuerda. Quizá no tenga tanta garra como el original, pero las reminiscencias a éste son claras (especialmente a partir del minuto 01:06), y también resulta una melodía bien achispada y simpática. No es sencillo determinar qué, pero desde luego Gourmet Race tenía algo especial, una magia particular que la convirtió en un clásico instantáneo a pesar de no pertenecer ni siquiera a uno de los primeros juegos de la saga (no hay que olvidar que Kirby's Dreamland, Kirby's Dreamland 2, Kirby's Adventure y spin-offs como Kirby's Pinball Land, Kirby's Avalanche, Kirby's Dream Course o Kirby's Block Ball ya llevaban años en el mercado). Y aunque el Rey Dedede, némesis del héroe rosado, ya contaba con su propio tema musical, Gourmet Race se fue asociando a su figura poco a poco. No hay que irse mucho más lejos para encontrarse con la segunda aparición de la composición, que repitió acto de presencia en Super Nintendo con Kirby's Dreamland 3 (1998), un juego precioso y entrañable que no obstante pecaba de tener un ritmo de juego bastante lento. Gourmet Race sonaba como tema de fondo en algunos niveles de Sand Canyon, el tercer mundo del juego. Se trata de una versión bastante fiel musicalmente a la original con un set de instrumentos un poco más refinado. Llegó el salto de generación y la era 64, con todo lo que ello conllevaba. El auge indiscutible de los títulos tridimensionales, la mayor potencia, los nuevos avances en sonido y demás. Huelga decir que esta etapa de la historia de los videojuegos vio nacer a una saga que no necesita carta de presentación, Super Smash Bros, crossover por excelencia de las sagas de Nintendo. La primera entrega de la franquicia (1999) contaba solo con lo más representativo de la compañía (sí, sé lo que estáis pensando, también había algunas estrellas invitadas un poco menos famosas, como Luigi), y Kirby no podía faltar como miembro del plantel de personajes. La bola rosa contaba también con su propio escenario, Dreamland, en el que el tema musical de fondo no era otro que Gourmet Race. Esta decisión quizá choca un poco, ya que en un juego en el que solo lo más representativo tenía cabida, quizá Green Greens (el tema clásico de la saga Kirby por excelencia) hubiera sido la opción más lógica. Sea como sea, Super Smash Bros nos brindó una nueva versión del tema, realmente memorable y que inauguraba las capacidades sonoras de Nintendo 64. Pero Super Smash Bros no fue el único juego de la era 64 en el que la fantástica melodía se dejó oír. Entre tanto Super Mario 64, Banjo-Kazooie y juegos de aventuras 3D, Kirby trató de mantenerse fiel a sus raíces con un título bidimensional que no obstante aprovechaba el motor 3D de Nintendo 64, dando como resultado unas 2.5D muy atractivas. Estamos hablando, por supuesto, de Kirby 64: The Crystal Shards (2000), una nueva entrega de la serie que al igual que Kirby's Dreamland 3 tampoco se ganó demasiados seguidores a pesar de contar con unas cuantas buenas ideas. Sin embargo, su banda sonora sí se encontraba a la altura de lo esperado, y esperado era también toparse con una nueva versión de Gourmet Race. Esta vez, la composición volvía a sus orígenes como tema de un minijuego de carreras, 100-Yard Hop. Se pueden observar pocos cambios en general respecto a la original, aunque una vez más el set de instrumentos le da una atmósfera diferente a la melodía, quizá un poco más estridente. Un nuevo cambio generacional anunció el nacimiento de Nintendo Gamecube, un momento quizá un poco más oscuro económicamente para la compañía pero que igualmente nos brindó grandísimos títulos. De entre todos ellos destaca la segunda entrega de la saga Super Smash Bros, Super Smash Bros Melee (2002), que expandía de manera abismal lo visto en Nintendo 64 con una ampliadísima plantilla de personajes, escenarios, melodías y modos de juego, una jugabilidad depurada y un montón de contenido extra. La banda sonora de Melee es sin ninguna duda una de las más redondas de la historia de los videojuegos, y comprende una cuantiosa variedad de reorquestaciones y reinterpretaciones de melodías clásicas de franquicias Nintendo. Esta vez, Kirby recibió un total de tres escenarios, la Fuente de los Sueños, Green Greens y el Dreamland clásico de N64, cada uno de ellos con una melodía diferente asignada (el escenario de N64 repetía la misma composición sin cambios apreciables). El tema escogido para sonar en la Fuente de los Sueños (una emblemática localización de la saga que había aparecido por primera vez en Kirby's Adventure, de NES) no era otro que Gourmet Race, pero esta vez con cambios más que sustanciales: la melodía estaba completamente orquestada, con un set de instrumentos de calidad impresionante, cambios de tempo y de ritmo y algunas licencias en varios compases. Tanto es así que casi parecía una melodía completamente distinta, y no en vano la versión se basaba en una interpretación orquestada que había sonado en un Orchestral Game Concert reciente. Sin ninguna duda, esta apoteósica e insuperable versión del tema caló muy hondo, y por ello casi pasó a desligarse de la original y a renombrarse simplemente como Fountain of Dreams, por ser el leitmotiv principal de dicho escenario de Super Smash Bros Melee. Ha sido la base para todas las orquestaciones posteriores de la melodía. Ese mismo año Kirby vio la luz en Game Boy Advance con Kirby: Nightmare in Dreamland!, un suculento remake del Kirby's Adventure de NES original con reinterpretaciones de las mismas melodías, un notable y bellísimo renovado apartado gráfico y nuevos minijuegos. En el Kirby's Adventure original no sonaba Gourmet Race en ningún momento (pues era un juego anterior a Kirby Superstar, evidentemente), por lo que era de esperar que en su remake, que mantenía la banda sonora, tampoco figurara la composición. Sin embargo, se produjo un fenómeno extraño y muy curioso: Durante la batalla final contra el Rey Dedede en la Fuente de los Sueños se sustituyó la melodía original por un arreglo de Gourmet Race muy fiel al de Melee (con las inevitables limitaciones técnicas), sin ninguna duda debido a la nueva identidad musical que el juego de lucha había conferido al hermoso escenario. Poco después saldría Kirby Air Ride (2003), un mejorable título de carreras en el que Gourmet Race también aparecía, en una versión prácticamente calcada a la de Melee también, aunque realizada a partir de midis en lugar de orquesta. Era el tema alternativo de uno de los circuitos, Nebula Belt. Como podéis ver, el arreglo de Super Smash Bros Melee sentó auténtico precedente, y ya casi empezaba a echarse de menos el espíritu del Gourmet Race original. Por suerte, y con la llegada de la nueva portátil de Nintendo, Nintendo DS, Hal Laboratory nos brindó uno de los títulos más redondos de toda la franquicia que además aprovechaba a la perfección las capacidades de la consola con Kirby y el Pincel del Poder (2005). En dicho título la melodía que nos ocupa también aparecía, esta vez como tema principal de un minijuego de jefe en el que Kirby se enfrentaba a Paint Roller (uno de los jefes clásicos de la saga) y debía redibujar sus trazos para salir victorioso. Esta versión en particular puede resultar un poco estridente y desagradable por los efectos que la acompañan, pero al menos retoma la esencia del tema original tras el auge de la Fuente de los Sueños. Nuestro recorrido cronológico nos lleva inevitablemente al arribe de Super Smash Bros Brawl (2008), una nueva entrega de la saga de peleas de personajes Nintendo que ampliaba aún más lo que Melee ya se había encargado de engrandecer en cuanto a contenido. Toneladas de escenarios, personajes y la que quizá sea la banda sonora más extensa de toda la compañía (con una cantidad de composiciones versionadas y originales sobrecogedora) coronaban el acto. Y, como no podía ser de otro modo, la afamada composición recibió una nueva versión para Brawl, lo que convierte a Gourmet Race en uno de los pocos temas musicales que han aparecido en los tres juegos de la saga Super Smash Bros, cada vez con una versión distinta. El nuevo arreglo, que destaca por su impío guitarreo, era una de las melodías desbloqueables para sonar en el nivel Hal Abarda. Además, se recicló el escenario de Green Greens de Super Smash Bros Melee con la posibilidad de alternar entre el tema original de dicho escenario y el de la Fuente de los Sueños como música de fondo. Tras la llegada de Super Smash Bros Brawl, ese mismo año el juego que lo había iniciado todo en lo que a esta melodía se refiere recibió un suculento remake para Nintendo DS, Kirby Superstar Ultra, que incluía nuevas aventuras y minijuegos además de mejorar la experiencia original con gráficos rebozados. Y al mantener la banda sonora original tal cual salvando las inevitables limitaciones técnicas de la portátil, volvimos a recibir nuestra ración de Gourmet Race 1 y 2. El último título al que me referiré hoy y en el que la composición se dejó oír es Kirby's Epic Yarn (2010), una preciosa apuesta plataformera de Goodfeel que llevó a Kirby de aventuras por un mundo hecho de telas e hilos. Sin embargo, en el último mundo del juego el pequeño héroe debía volver a Dreamland y superar algunos escenarios clásicos. Gourmet Race fue el tema escogido para sonar en el Castillo del Rey Dedede, esta vez con un set de instrumentos de gran calidad que lo acercaban al espíritu de la composición original bajo una nueva atmósfera de pianos y clarinetes. Personalmente, es una de mis versiones favoritas. Han pasado casi dos años desde que paladeamos Epic Yarn, y aunque no hayamos vuelto a escuchar nuevas versiones oficiales de la fantástica melodía, Kirby goza de una salud espléndida en pleno vigésimo aniversario: no hace mucho que han salido el original Kirby Mass Attack (2011) y Kirby's Adventure Wii (2011), una magnífica entrega de la saga que vuelve a las raíces bidimensionales. Eso por no mencionar que en breve llegará a América y Japón (y esperemos que Europa) un recopilatorio que conmemora los veinte años de aventuras de la bola rosa. El futuro del personaje es incierto pero poco preocupante, aunque en cualquier caso, lo que es seguro es que es más que probable que un clásico musical como es Gourmet Race volverá a resonar en nuestras futuras consolas Nintendo tarde o temprano. ¡Una melodía tan rítmica, tarareable y con tanta trayectoria como habéis podido comprobar no es fácil de sacar de la cabeza! Remixes y orquestaciones Al tratarse de mi tema musical preferido, no podría dejar de recomendar que echarais un vistazo a algunos de los remixes y orquestaciones que la composición ha ido recibiendo con el paso del tiempo, algo que por otro lado era inevitable siendo como es la saga Kirby una franquicia tan famosa y querida por la comunidad. En primer lugar, y siendo quizá la más importante de todas las versiones, no puede faltar la interpretación orquestada que se celebró en el Orchestral Game Concert de 1996. Esta genialísima versión sirvió de base, como se ha mencionado antes, para el arreglo de la Fuente de los Sueños de Super Smash Bros Melee, en el que como ya sabéis se han basado buena parte de las versiones posteriores del tema, y sin duda alguna es una orquestación absolutamente épica y memorable, que no obstante se toma varias licencias artísticas. En segunda posición no podría dejar de mencionar la maravillosa grabación que se llevó a cabo para el disco Smashin' Live!, un magnífico CD que recoge gran parte de la banda sonora de Super Smash Bros Melee grabada con una orquesta real. Se trata de una versión calcada a la de dicho juego, pero dotada con el sentimiento y la melancolía de los músicos de carne y hueso que con tanta pasión la interpretan. Llegamos a una de mis preferidas. Muchos de vosotros sabréis que con el mencionado recopilatorio que celebra el 20 aniversario de Kirby viene un CD con una selección de temas característicos de la franquicia, y entre esas composiciones destaca un medley original en el que se mezclan Gourmet Race y Green Greens, interpretado por menos de diez músicos. Se trata de una versión humilde y que prescinde de las anteriores grandes orquestas, pero que goza de un encanto y una magia muy especiales. En último lugar, me sentiría culpable si no hiciera como mínimo mención a esta impresionante, legendaria y archiconocida versión del tema. Aunque puede que aún haya alguien por ahi que no la conozca, creo que no tengo comentario alguno para introducirla. __________________________________________________________________________________ Con esta entrada se cierra definitivamente la serie "Acerca de mis 5 temas musicales de videojuegos preferidos", tras estar más de un año colgada en el limbo. Espero que, tanto si sois fans de Kirby como si no lo sois, hayáis disfrutado leyéndola y, quizá, aprendiendo un poco más sobre la historia de esta fantástica composición. ¡Hasta la próxima! ¡Buenas tardes a todos!
Llega el verano, y con él las largas vacaciones, el mejor momento del año para pasar el tiempo con la familia. Tanto es así, que estoy aprovechando estas largas tardes para mostrar a mis primos pequeños, de seis y cinco años, los más viejos y preciados tesoros de consolas Nintendo. Y es que considero que hay algunas joyas que, por antiguas que puedan parecerles, ningún niño debe perderse. Esta vez ha sido el turno de The Legend of Zelda: Majora's Mask (juego que tengo en la consola virtual por cortesía de Chon27), Banjo Kazooie (un grandísimo regalo de parte del señor Vicodina), y Star Fox 64. Además, regalé al mayor de ellos una Game Boy Advance SP con un Donkey Kong Country 3, un Super Mario World y un The Legend of Zelda: The Minish Cap, para que crezcan con algo que no sea New Super Mario Bros. Como no podía ser de otra forma, quedaron encandilados con la magia de estos títulos y en seguida lo empezaron a plasmar como mejor saben hacer, dibujando. Ya en dos ocasiones anteriores me habían obsequiado con fantásticos dibujos de otros juegos que les he enseñado, pero esta vez la producción ha sido especialmente satisfactoria, algo que quería compartir aquí. Una apacible reunión de la familia Kong en la que se aprecia claramente a Donkey, Diddy, Dixie y Kiddy No perdáis detalle del Rey Deku y el recuerdo de Link recibiendo la Ocarina del Tiempo Una nueva escena de Majora's Mask en la que Skull Kid intenta arrojar la horrible Luna sobre Link El momento que todos sabíamos que tarde o temprano llegaría y demuestra que somos todos de la misma familia. Es mi favorito, por cierto. Un violento encuentro entre el equipo Star Fox y el Star Wolf bajo una épica batalla de Arwings y Wolfens en el cielo estrellado, presidido por el Great Fox Los personajes de Banjo-Kazooie posando en plan foto. De izquierda a derecha: Un Jinjo morado, Mumbo Jumbo, Brentilda, Banjo y Kazooie, Grunty, Klungo y Bottles Banjo y Kazooie se enfrentan a Gruntilda para rescatar a la pobre Tooty de su prisión Bonus Track: ¡Algebraico! La conversación se corta ahí porque luego me da su dirección y me dice a qué hora le viene bien, datos que obviamente no puedo mostrar en internet. Larga vida al nuevo Sr.A, ¡muerte al viejo! Tingle dejó que el aire invadiese sus pulmones, cargándose de energía y optimismo. La tarde había caído fugazmente sobre los edificios de la gran capital, y ahora teñía los tejados con un suave tono anaranjado que reflejaba con hermosura los débiles rayos incandescentes de un sol que poco a poco se apagaba. El cerdo salió tras él con calma, taconeando sobre el asfalto con sus diminutas pezuñas negras, y moviendo su hocico en busca de algún jugoso rastro que seguir. El olor a comida y el bullicio del interior de la tasca desaparecieron con el último y decisivo portazo, sumiendo el callejón en la más profunda y relajante calma, aunque brindando un silencio más bien relativo. A lo lejos, aún se podía escuchar el ajetreo de la plaza del mercado, donde los comerciantes estarían cerrando sus puestos y preparándose para disfrutar de una deliciosa cena caliente. Fue dicho pensamiento el que hizo que se diera cuenta de que no tenía ni idea de dónde iba a pasar la noche. “Podría volver ahí dentro y pedir una habitación a cambio de una cantidad obscena de dinero” pensó con resignación, aunque lo cierto era que no le gustaba demasiado el ambiente de la taberna. Ni sus clientes. Y tampoco tenía muchas ganas de aligerar el contenido de sus bolsillos. Se sentó sobre el escalón de piedra, sólo para ser más consciente del suelo que pisaba. No había contado con esa clase de cosas al abandonar su país. Había supuesto que aquellas que le guiaban le darían instrucciones sobre su próximo destino con rapidez, sin darle tiempo a preocuparse de minucias como el hospedaje y los alimentos. “Si llegas vivo a la ciudadela, te embarcarás en una gran aventura”. Esas habían sido exactamente las palabras pronunciadas por la Gran Hada. ¿O había dicho algo más? Tingle no recordaba. La noche en la que se había arrodillado ante el resplandor de la fuente, gimiendo por su incapacidad de pagar el viaje, no era ahora más que un recuerdo borroso. Le habían empujado hacia Hyrule, le habían dado señas. Y, desde luego, le habían guiado hasta allí. La inexplicable transformación mágica del cerdo era una clara señal de que iba bien encaminado (o todo lo contrario). Y sin embargo, ahí estaba, completamente perdido y desorientado en la ciudad más grande y laberíntica de todo el continente, esperando algún tipo de señal divina. Casi sonaba estúpido. Casi. Sintió una perturbación. Un tintineo prácticamente imperceptible, que le erizó el vello e hizo que se le pusiera la carne de gallina. Tingle levantó la vista alarmado, y se golpeó la cabeza violentamente contra el escalón al verse sorprendido por un pequeño visitante. Ante él revoloteaba un minúsculo animal, presumiblemente un insecto, cuyo abdomen irradiaba calor y luz de manera extraordinaria, ocultando la mayor parte de su fisiología. Al batir sus alargadas alas membranosas emitía un interesante trémolo, un sonido que se asemejaba más al tañido de una campanilla que al característico zumbido de una mosca. Tingle contempló a la criatura completamente ensimismado. Incluso su adorable mascota observaba sin moverse lo más mínimo. ¿Era un hada aquella maravilla de la creación? Aunque él nunca había visto a ninguna directamente, se había formado una imagen mental gracias a las historias fantásticas que había escuchado a lo largo de toda su vida. Y dicha imagen mental no distaba mucho de la criatura que ahora se balanceaba juguetona a escasos centímetros de su nariz. Iba a decir algo, a preguntar. Pero la supuesta hada se alejó de él inmediatamente, casi con desconfianza. Tingle permaneció completamente quieto, pensando que volvería a acercarse si esperaba lo suficiente. Pero en lugar de ello, el diminuto ser voló lejos de él, en dirección a una oscura callejuela. El duende no se paró a pensar. Recogió a Cerdo Hucha y salió corriendo tras ella. ¡Esa era su señal! -¡Espera!-gritó desesperado-. ¡Vuelve aquí! La siguió como pudo a través de un callejón húmedo y tenebroso, cargado con un aire viciado, repulsivo y asfixiante. Cuando su pie se sumergió de manera inevitable en un charco, chapoteando en todas las direcciones a su alrededor, sintió cómo su estómago se contraía haciendo amago de vomitar una comida que todavía no había ingerido. Gracias a los grumos, dedujo que aquello de lo que se había empapado no era agua. Pero no dejó de correr, a pesar de que sus pequeñas piernas rechonchas no estuvieran diseñadas para salvar grandes distancias en poco tiempo. No dejó de correr porque no podía permitirse perder la única pista que la Gran Hada había tenido la bondad de dejar en su camino. “¿Por qué huye? ¿Por qué no se limita a decirme dónde tengo que ir?” pensó el desdichado, saltando por encima de una vieja carretilla cargada de heno mojado. “Quizá sea una prueba”. En caso de que eso fuera cierto, tendría que demostrar estar a la altura. A Tingle, que no era el gallo más inteligente del gallinero (ni el carnero más fuerte del rebaño, aunque eso no tenga mucho que ver ahora mismo), no se le ocurrió barajar la posibilidad de que el hada estuviera conduciéndole a algún lugar, y no huyendo de él. Ni siquiera se fijó en que no era mera casualidad que la ruta escogida por la misma atravesara las calles más pobres y vulgares de la ciudad. Las mismas calles en las que la poca luz que llegaba del cielo a la caída del sol se veía filtrada por los densos nubarrones de moscas y mosquitos que las sobrevolaban, y cuyos únicos ciudadanos dormitaban enfermos entre montones de basura, bajo el abrigo de dos o tres chaquetones roídos. Continuó corriendo por un sinfín de avenidas más, todas ellas con el mismo aspecto oscuro y desagradable, hasta que el asfalto embarrado se convirtió en barro asfaltado, y su cuerpo empezó a emanar tras de sí un sobrenatural rastro de olores nauseabundos y fétidos (algunos de los cuales, no obstante, ya le acompañaban desde antes). Fue entonces cuando el hada, que le sacaba una distancia considerable de ventaja, dobló una esquina y se perdió de vista. Apuró al máximo la carrera y trató de torcer en el mismo sitio, pero, sin que él pudiera verlo, alguien que venía corriendo desde el otro lado dobló la esquina en dirección opuesta, ocasionando una inevitable colisión. Sintió con un escalofrío el barro tibio y pringoso bajo su espalda y su trasero, y un agudo dolor en la frente. Furioso, levantó la vista con rapidez para identificar al imprudente individuo que se había chocado con él y soltarle algún improperio antes de que huyera. Cuando lo hizo, se topó con dos relucientes y cautivadores ojos amarillos que, a pesar de no contener pupila, con toda certeza le estaban observando con lo que parecía ser una mezcla de odio y sorpresa. Conocía de sobra el malvado resplandecer de aquellos ojos entornados, seña de identidad de una de las razas menores del continente con la que más había tenido la desgracia de tratar en su reino natal. Por eso no se sorprendió al descubrir que pertenecían a la mirada de un individuo pequeño, encorvado y completamente desproporcionado físicamente, cuyo nauseabundo hedor a humedad y hierba mojada lograba imponerse a la nada agradable peste que se respiraba en aquel suburbio, bajo la gran ciudadela de Hyrule. __________________________________________________________________________ Si habéis tenido la suficiente paciencia como para terminar de leer el fragmento, agradecería cualquier tipo de impresión o crítica. No espero al postear esto que os introduzcáis de lleno en la historia, porque es un capítulo intermedio y no uno inicial, sino simplemente conocer vuestra opinión acerca de lo que habéis leído. Y, por supuesto, si alguien está interesado en continuar con la lectura, no tiene más que decirlo. Pues eso, este soy yo tocando uno de los mejores temas de la banda sonora de Metroid Other M con mi melódica. Me ha costado un poco hacerme a la melodía, pero creo que el resultado final es bastante fiel al original. ¡Espero que os guste!
Para mí no hay palabras para describirlo
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