Exsaniversario || Los primeros meses

¿De qué va esto?

El comienzo

Pasó el fin de semana. Llegó el día 23 y me marché justo después de comer. Días antes, por el MSN, me dijo que cuando me fuera no le dijera nada especial, solo me fuera y punto. Supongo que para no hacer más difícil las cosas. Me acompañó a la puerta y le dije un simple "adiós" mientras bajaba las escaleras. Sé, por su mirada, que se quedó con ganas de algo más. Y supongo que a la inversa pasó lo mismo. Ella tuvo que ver que yo estaba simplemente haciendo lo que ella me había pedido, aún sin ser lo que ninguno, en el fondo de nuestros corazones, quería hacer.

Llegé a Madrid, me conecté para hablar un ratito con ella y me eché a dormir, ya que trabaja el lunes. Vuelta a lo de siempre.

Los días transcurrieron normales. Como antes de haber quedado pero ahora algo distintos. Ahora nos conocíamos. Ahora sí era cuando más daño podíamos hacernos. Ahora el miedo era conectarse al MSN y no ver nunca más al otro conectado por haberlo desadmitido. El miedo era ¿y ahora qué? Ninguno lo dijo en su momento, con los meses hablándolo nos lo dijimos. Tras un par de semanas en las que hablámos por teléfono, estábamos todo el día conectados al ordenador hablando y demás, se acercó mi cumpleaños. El 17 de diciembre. Al ser fecha próxima a Navidades había ya hace muchos meses pedido vacaciones en mi trabajo. Volvió a surgir la idea de quedar. Esta vez no había nervios ni miedo. Era como la primera vez, pero solamente con el lado bueno.

Y así, llegó el 17 de Diciembre y me fuí a Coruña de nuevo. Días antes había sido el cumple de la mejor amiga de Mery, y por varias cosas aún no lo había celebrado, y lo iba a celebrar el fin de semana que yo subía, y teníamos que ir. Era el 2º fin de semana que nos veíamos y ya tenía que conocer a su mejor amiga. Noche crucial, sin duda.

La noche transcurrió bien. EL novio de esta chica y yo hicimos migas rápidamente. A su amiga le caí bien desde el principio. Pero aún con lo que hablábamos Mery y yo todos los días, aún no habíamos tenido el valor de hablar claramente de nuestra relación. ¿Esto era un simple rollo? ¿Llegábamos al nivel de follamigos? ¿Había algo más? Evidentemente, el miedo a saber la opinión del otro a estas preguntas era muy grande. Así, a las 4 o 5 de la madrugada, en un garito, se me acercó la amiga (prima de mi novia) y me dijo:

-"Bueno, qué, ¿somos primos?"

A lo que yo, con una gran sonrrisa bobalicona le contesté "Sí". Luego con los meses supe que Mery le había dicho a su amiga que me preguntara ella cómo definiría nuestra relación. Después de esto, las dos desaparecieron cosa de 5/10 minutos. Mery lo niega, pero en mi cabeza está la imágen de ambas en el baño agarradas de las manos y dando saltitos xD "Hiiiiii tiiiia que tienes novioooo" y demás grititos histéricos de tías xDDDD

Así, la noche del 20 de Diciembre de 2008 fué cuando decidimos que eramos novios xD

El resto de los días transcurrieron con normalidad. El día que me fuí, la despedida ya fué bastante más cálida que la de la primera vez. Me iba satisfecho. Volvía a Madrid con novia, y una novia que me importaba de verdad.

La llegada a Madrid fué jodida, y mucho.  Durante el viaje no había reparado en ello, pero al llegar a Madrid y poner el MSN me entró un vértigo tremendo. Tenía novia, sí, pero a 600km y por mucho que la quisiera no la podía ver a diario. Estaba metido de lleno en una relación a distancia. ¿Seríamos capaces de sobrellevarlo?

El tiempo fué pasando y así llegó San Valentín. Subí y lo pasamos genial. Desde entonces, empezé a subir no una vez al mes, sino una vez quada 2/3 semanas. Mi mente estaba en Coruña, mi mente estaba con ella. Pasábamos los días separados, pero creíamos en nuestra relación, y luchamos por ella. Lo más importante estos meses fué, sin duda la confianza. Tuvimos que aprender a confiar el uno en el otro. Esto, a la larga, ha sido uno de los pilares de nuestra relación. Por ambos lados, la gente, simpática como siempre, no dejaba de atormentarnos con los típicos "Ja! y te creerás que está solo/a" "¿Y ahora mismo qué estará haciendo" y similares. Pero no caímos en la desconfianza ni en las paranoias. Confiamos, tuvimos fé y nos salió bien.

En Semana Santa volví a pedir vacaciones en el trabajo. Tenía una semana para estar con ella. Y fué uno de estos días cuando lo ví claro. Una mañana me desperté y ella estaba dormida abrazada a mí. Y supe que ese despertar era el que querría para el resto de mi vida. Y ahí me dí cuenta. La amaba. Quería vivir con ella, aunque supusiera mudarme a Coruña. Y de ahí en adelante, y durante los siguientes dos meses fuimos preparándonos para ello.

Continuara...