Bakemonogatari

Ojos. Cartel negro. Cartel negro. Una bici. Cartel rojo. Una foto. Tetas. Tetas. Cartel blanco. Bakemonogatari.

Nombre: Bakemonogatari (GhoSTory)
Genero: Ecchi; Comedia; Acción; Amor; Sobrenatural; Shaft:
Estudio: Shaft
Temporada: Verano 2009
Episodios: 12; 3 ONAs, actualmente en emisión desde la web de Shaft;

Opening
Staple stable
Kaerimichi
Ambivalent world
Renai Circulation

Ending:
Kimi no Shiranai Monogatari

Araragi Koyomi sería un estudiante de bachillerato como cualquier otro si obviáramos el hecho de que hubo un tiempo en el que fue un vampiro. En un día como cualquier otro, salva a Senjougahara, una compañera de clase, cuando ésta se cae por accidente por el hueco de las escaleras... y es entonces cuando se da cuenta del extraño e inusual problema que rodea a la preciosa joven.

Sabiendo que él solo no será capaz de ayudarla, acude al hombre que una vez le solucionó sus problemas con los vampiros, el sarcástico exorcista Meme Oshino.



Shaft en estado puro. Fanservice sin venir a cuento, idas de olla repentinas, rotura de la cuarta pared cuando les viene en gana, multiples referencias, críticas sociales y carteles, muchos, muchos carteles.

El anime es una adaptación de las Light Novels de Nisio Isin, una serie de historias cortas que ganaron bastante popularidad gracias a sus carismáticos personajes, a su ritmo, a su narrativa, a su... a su... para qué engañarnos, todo ha sido gracias a Senjougahara.

La -autodenominada- tsundere que se ha ganado el corazón de tanta gente por sus chascarrillos, su cuerpo hot hot y, sobretodo, por su personalidad. Es el alma de la serie, el personaje clave, una awesomeidad andandante, nuestra diosa... Y no ha tenido que recurrir al cansino moe para conseguir nuestro amor. ¿Eh, K-On? ¿EH?

Pero no sólo de Tsundere-chan vive Bakemonogatari, la serie se estructura en varios arcos, cada uno protagonizado por una chica diferente y con un problema todavía más extraño que el de la anterior, por lo que uno de los fallos del anime no es la falta de variedad de situaciones, precisamente.

Sin embargo, no hay ninguna saga centrada en el propio Araragi, con lo que los que queramos saber en qué consistió su problema con los vampiros tendremos que conformarnos con las pistas y pequeñas insinuaciones que dejan caer de vez en cuando. Esperemos que Shaft anuncie pronto la segunda temporada y cuente el Koyomi Vamp, porque tiene pinta de redifinir la palabra "épico".

La animación cumple bastante, brilla en los momentos más importantes y desaparece cuando se les acaba el presupuesto, andan faltos de personal o simplemente no les da tiempo a acabar el capítulo a tiempo. Han ido solucionando este pequeño problema usando carteles, y haciendo a la vez de éstos una de las señas de identidad de Bakemonogatari.



Al igual que pasa con la mayor parte de los trabajos de Shaft, la serie tiene multitud de referencias sobre otros animes, videojuegos, literature e incluso tiene tiempo para parodiar algunos de los más famosos memes de la red. Os aconsejo ver los capítulos con el dedo posado permanentemente sobre el botón de pause si queréis apreciar todos los detalles,

La OST es bastante buena en general, pero el ending, Kimi no Shiranai Monogatari, destaca por encima de los demás temas. Es una auténtica preciosidad de canción que hará aparición en los mejores momentos, dejando siempre un regusto de awesomeidad impagable al espectador.

Por desgracia, es una serie que no le va a gustar a todo el mundo. El estilo Shaft está muy marcado, y en ocasiones puedes perderte en esos mares de conversaciones y carteles sin aparente importancia si no prestas la suficiente atención.

Si estás cansado de los animes corrientes y quieres variar, ponte con Bakemonogatari. Y si no también.

Puede que te conviertas en uno de sus detractores. O puede que te enamores de Senjougahara.

¡Descúbrelo tú mismo!



O de una forma más sencilla, ¿te gustó Sayonara Zetsubou Sensei? amarás Bakemonogatari.